Uno de los temores que pueden asaltar cuando toma corticoides es si se puede inflamar y si ocurre en distintos grados, pero tenga en cuenta que hay otros efectos secundarios relacionados con este fármaco.
Que su cuerpo aparezca inflamado debido a que con estos fármacos son fabricados con una cantidad grande de una hormona llamada cortisol. Pero la zona que aparece más inflamada y donde se concentra el aumento de volumen y de peso, es el tronco; sin embargo, hay pérdida de grasa en brazos, piernas y glúteos.
Este aumento de la hormona cortisol también puede hacer que la cara se vea inflamada. Se conoce como “cara de luna llena”, es un signo más del llamado síndrome de Cushing exógeno y aparece como efecto secundario de algunos corticoides, explica el doctor Francisco Marín, médico de atención primaria. En este caso, el rostro está inflamado y rojo. Según se ha demostrado, las concentraciones bajas o de uso tópico, es decir cuando utiliza cremas que llevan cortisona, también puede provocarlo.
Más efectos secundarios
Son muchas las personas que cuando sienten una molestia consumen este tipo de fármacos. Todavía no hay suficiente conciencia de los peligros de la automedicación.
Tratándose de corticoides (cortisona), si los efectos son visibles cuando el tratamiento viene respaldado por un médico, imagínese cuáles pueden ser si los toma por su cuenta. Por ejemplo puede provocar, problemas intestinales, insomnio y úlceras estomacales.
Además si toma tres días, el páncreas sufre. Con apenas 3 días de tratamiento con corticoides, el páncreas empieza a inflamarse, aunque no suele ser relevante. Sin embargo, un estudio realizado en Suecia, en el Instituto Karolinska, ha mostrado casos de pancreatitis aguda incluso en tratamientos cortos.
Los investigadores recomiendan seguir muy bien las indicaciones médicas y sobre todo, no fumar ni beber durante el tratamiento.
Los huesos pueden perder calcio. La osteoporosis es el efecto secundario más frecuente en los tratamientos largos con corticosteroides. Si es su caso, háblalo con su médico para buscar alternativas o valorar el riesgo.
Dificultan que una herida cicatrice. Los corticoides tienen un claro efecto negativo sobre la piel, pero parece ser que también la dañan desde el interior.
Pueden afectar a los ojos, si los aplica en forma de crema alrededor de los ojos, pueden provocar un aumento importante de la presión intraocular y también cataratas.
Aumenta el vello corporal y el acné. Ambas cosas suelen desaparecer cuando se suspende el tratamiento. Por otro lado, aplicar una pomada con cortisona durante semanas puede provocar adelgazamiento de la piel, aparición de estrías y pequeños árboles venosos. No la utilice sobre heridas. Tenga en cuenta también que algunas pieles acaban convirtiéndose en adictas a esta sustancia.
Pueden estar tras el aumento del colesterol malo. Puede ocurrir esto incluso, tras dejar de tomarlos y por eso conviene seguir siempre las pautas médicas.
Elevan el azúcar en sangre. Los corticoides hacen que el hígado fabrique más glucosa y por otros mecanismos internos, también causan que el organismo aproveche peor esa glucosa. Por eso hay un riesgo mayor de generar hiperglucemia o de que las personas que son diabéticas no puedan controlar su enfermedad.
Aunque su aplicación sea local, el efecto de los corticoides puede darse, en algunos casos, en todo el organismo, sobre todo en personas de más de 55 años, cuando la piel se hace más fina.
Cuándo es necesario usar corticoides
Desde principios del siglo XIX hubo muchos intentos de crear en el laboratorio un fármaco a partir de una de las hormonas que fabrican glándulas suprarrenales que están situadas encima de cada riñón a partir de colesterol.
En el cuerpo, estas hormonas tienen un efecto antiinflamatorio y se encargan también de modular nuestra respuesta ante el estrés y ayudan a mejorar las defensas, pero no fue hasta 1947- 1949 que se hizo realidad. Desde entonces, el 90% de la población ha usado estos fármacos en algunas ocasiones. Su consumo ha aumentado mucho por el uso de cremas con corticoides en inhaladores para las alergias.
Los corticoides se usan para reducir inflamaciones de todo tipo, internas , producidas por el asma la artritis reumatoide, dolor de cabeza, úlceras bucales o ciática. Pero también forman parte de tratamientos contra el cáncer o tras un trasplante para que el cuerpo no rechace el nuevo órgano.