Descubra las tres cosas que puede estar impidiendo que su dolor de espalda desaparezca. Hay mucho que puede hacer si quiere cuidar su espalda de la mejor manera.
Si ha seguido todos los consejos médicos y a pesar de ello no logra librarse de ese dolor de espalda que tanto interfiere en su día a día, aquí encontrará algunas soluciones para poder mejorar con su dolor.
Todavía hay tres cosas que no está teniendo en cuenta y que pueden estar interfiriendo sus intentos de aliviar su dolor de espalda. Saber vivir le explica en qué puede estar fallando.
Error 1: alimentar bien la columna
Si no había tenido en cuenta la alimentación a la hora de paliar su dolor de espalda, es hora de que lo haga. Por ejemplo, debe saber que los alimentos que promueven la inflamación, lo que es rico en azúcares simples y grasas saturadas, son enemigos porque hacen que las molestias se incrementen.
Por otro lado, los últimos estudios han identificado tres nutrientes clave para la columna que es importante que incluya en sus menús porque, además de reforzar la espalda, incluso pueden contribuir a aliviar el dolor.
· Vitamina D: Un estudio en Pain Physician sugiere que esta vitamina ayuda a reducir el dolor crónico lumbar y es que es esencial para asimilar el calcio, tan importante para las estructuras óseas de la espalda. Las fabrica exponiéndose 15 minutos al sol cada día pero también está en huevos, leche o pescado grasos.
· Vitamina B: la vitamina B estimula la actividad de las células óseas, sus bajos niveles perjudican su esqueleto y favorecen el dolor lumbar y por su efecto antiinflamatorio contribuye a aliviar el dolor de espalda. Los huevos, productos lácteos, tempeh, pescados grasos son ricos en esta vitamina.
· Vitamina K: se encarga de dirigir el calcio a los lugares del organismo que lo requieren. Es como un “policía de tráfico” si hay carencia de este mineral en las vértebras lo dirige hacia allí para fortalecerlas. Está presente en ciertos alimentos fermentados, como el queso gouda o el brie.
Error 2: Permite que el dolor lo bloquee
Los factores psicológicos actúan como barrera para la recuperación y son un incentivo para la cronificación. De hecho, se ha demostrado que modificar esa actitud negativa ante el dolor hace que se mejore antes que aplicando solo rehabilitación o tomando fármacos.
El doctor Julio Domécech, jefe de Cirugía y Traumatología del Hospital Arnau de Vilanova, asegura que hay dos formas de afrontar el dolor de espalda: intentar que no se acobarde, que no sea el protagonista de su vida o bien percibirlo como una amenaza.
Si pertenece a este segundo grupo, tiende a sobredimensionar el problema y exagera tanto las consecuencias de ese dolor como el daño que le va a producir. Intentar evitar es la opción que le queda para mejorar: si no se mueve porque piensa que si se mueve le va a doler más, deja de hacer cosas. Esto provoca atrofia muscular, bajo ánimo y lo único que se logra es cronificar asegura el experto.
Doménech ha dirigido un estudio en el que se ha demostrado que modificar esa actitud negativa ante el dolor de espalda ayuda a superarlo. Lo han logrado aplicando una técnica psicológica, se conoce como terapia cognitivo conductual.
Las 3 claves para ponerlo en práctica
– Dele la importancia justa: si su médico ya ha comprobado que no hay ningún trastorno detrás, cada vez que sienta dolor repitase a usted mismo que es pasajero, que se irá sin más, como el 80% de los dolores de espalda que se resuelven en unos días.
– Gane confianza: continúe con los pensamientos para que el dolor no lo domine. Piense que su columna es muy fuerte y sólida, que no le va a pasar nada. Tener molestias no significa que haya un daño que le impida moverse o permanecer activo.
– Que su vida no se detenga: hace 10 años se recomendaba al paciente reposo en cama, pero ahora se ha demostrado que esto solo provoca que se cronifique. No haga reposo, continúe con sus actividades y no espere a que se le pase para hacer una vida normal. Vuelva pronto al trabajo. Los pacientes que se reincorporan a la vida laboral teniendo algo de dolor se recuperan antes.
Error 3: solo actué si la molestia es intensa
Si no lo frena a tiempo, el dolor se retroalimenta ya que es incluso capaz de alterar a forma en que su cuerpo percibe el dolor. Se trata de un hallazgo sorprendente del profesor Martin Lotze, Neurólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Greifswald, Alemania.
“Hemos demostrado por primera vez que el dolor de espalda crónico provoca una pérdida de materia gris del cerebro. Pero lo interesante de esta investigación es que hemos visto que disminuye en una zonas concretas, que son las encargadas del procesamiento del dolor”, explica el experto Martin.
Romper con el círculo del dolor
Estas zonas del cerebro, las llamadas cortezas prefrontales e insulares, son las encargadas de controlar cómo percibes el dolor, las emociones que provoca en usted. Cuando están “tocadas” puede notar con mayor intensidad las molestias o puede percibir que duran más.
Por eso es importante ponerle freno al dolor cuando todavía es leve. Hay que romper el círculo, de lo contrario puede no llegar a desaparecer nunca.