La alodinia es un tipo raro de dolor, generalmente en la piel, causado por algo que normalmente no causaría dolor. Este tipo de dolor se asocia frecuentemente con la fibromialgia, y algunas personas con síndrome de fatiga crónica también lo tienen.
Otras afecciones asociadas con la alodinia incluyen neuropatía, neuralgia postherpética (culebrilla) y migrañas. Fuera de estas condiciones, la alodinia es un síntoma raro.
Conocer este término puede ayudarte a comunicarte mejor con tus médicos y otros proveedores de atención de la salud, así como a comprender la investigación sobre tu enfermedad.
Tipos
La alodinia se presenta en tres formas diversas y diferentes. Es posible tener uno, dos o los tres tipos.
Las diferentes formas son:
Alodinia táctil: Dolor causado por el tacto. Esto puede incluir ropa que esté en contacto con la piel (especialmente las partes más apretadas de la ropa, como las cinturas, las correas del sostén o la parte elástica de los calcetines), un abrazo o alguien que toque suavemente el brazo.
Alodinia mecánica: Dolor causado por el movimiento a través de la piel. Esto puede ser una toalla a medida que se seca, las sábanas le rozan, o incluso el aire de un ventilador que sopla sobre su piel.
Alodinia térmica (relacionada con la temperatura): Dolor causado por calor o frío que no es lo suficientemente extremo como para causar daño a los tejidos. Las manos y los pies pueden arder si se enfrían o si se calientan demasiado pueden causarles dolor. (Sin embargo, si sus manos y pies se ponen azules cuando están fríos, hable con su médico. Esto puede ser un síntoma de una afección diferente llamada Síndrome de Raynaud, que puede llevar a daño tisular.)
La alodinia es diferente de la hiperalgesia, que es el mecanismo que ” aumenta la intensidad ” del dolor en estas condiciones. La hiperalgesia toma el dolor y lo empeora, mientras que la alodinia es un tipo real de dolor.
Causas
Se cree que la alodinia es una reacción hipersensible a los estímulos. Las investigaciones sugieren que puede ser el resultado de algo llamado sensibilización central, que se cree que es un mecanismo subyacente de la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica y varias otras afecciones. “Central” indica el sistema nervioso central y “sensibilización” significa que se ha vuelto extra sensible.
Las señales de dolor de la alodinia provienen de nervios especializados llamados nociceptores. El trabajo de los nociceptores es sentir información sobre cosas como la temperatura y los estímulos dolorosos directamente desde la piel. La mayoría de los nervios tienen que enviar señales al cerebro y esperar a que el cerebro envíe una señal de vuelta antes de responder. Los nociceptores no tienen que hacer eso, reaccionan inmediatamente basándose en lo que detectan. Eso es lo que le permite alejar la mano de algo caliente antes de quemarse, a menudo antes de percibir conscientemente el calor.
Cuando estos nervios se sensibilizan, empiezan a interpretar todo tipo de sensaciones como dolor. Una vez más, este es un dolor real que tiene tanto impacto en ti como cualquier otra fuente de dolor.
Viviendo con alodinia
La alodinia puede dificultar la vida. Algo tan simple como usar una camisa puede llegar a ser doloroso, o incluso agonizante. Muchas personas que tienen alodinia se dan cuenta de que necesitan adaptar sus armarios para reducir el impacto de este dolor.
La alodinia térmica puede jugar un papel en otro de nuestros síntomas: la sensibilidad a la temperatura. Para manejarlo, es posible que necesites hacer cosas como vestirte en capas o alejar tu estación de trabajo de las rejillas de ventilación de los conductos de aire caliente o frío. Es posible que tengas que aprender a compensar tanto las condiciones de frío como las de calor.
La mayoría de los tratamientos farmacológicos comunes para estas enfermedades pueden ayudar a aliviar la alodinia junto con otros tipos de dolor.
Es posible que la terapia de masaje empeore la alodinia, así que es importante encontrar un terapeuta de masaje que entienda la afección y sepa cómo no agravar este síntoma.
Las afecciones asociadas con la alodinia suelen ser crónicas y difíciles de tratar. Es posible que nunca estés completamente libre del dolor, pero si trabajas con tu médico y haces los cambios apropiados en tu estilo de vida, podrás minimizar su impacto en tu vida.