Que duela una articulación puede deberse a múltiples causas que hay que estudiar, siendo las más habituales las torceduras, los esguinces y las fracturas, pero hay veces que lo que se daña son otras estructuras menos conocidas, pero que todo el mundo la tiene y se conocen como bursas .
¿Qué es la bursitis y por qué se produce?
Estas están entre los tejidos blandos, como los músculos, la piel y los tendones, existe una especie de bolsa cerradas llamadas bursas, cuyo contenido es líquido y tienen como función amortiguar el roce de dichas estructuras con los huesos durante el movimiento.
Estas bolsas pueden inflamarse por diversas razones, como una mala postura mantenida, una herida o golpe en la zona, también puede deberse a una enfermedad reumatológica, entre otras y ocasionar un cuadro conocido como bursitis.
Cómo están situadas en las articulaciones, se confunde con otras muchas afecciones que provocan la misma clínica o muy parecida.
Factores de riesgo
Tanto los hombres como las mujeres, independientemente de la edad, son candidatos a padecer bursitis, si bien es cierto que tiene mayor probabilidad
Quienes desempeñan trabajos o practican deportes en lo que se realizan movimientos muy repetitivos, como la manipulación en el primer caso y el lanzamiento y la carrera en el segundo.
Síntomas de la bursitis
El dolor es el principal síntoma de la bursitis y va a localizarse en la articulación donde se encuentra la bursa inflamada. Puede surgir de forma aguda, de repente, o bien de manera insidiosa, poco a poco. Habitualmente la región aparece inflamada, rojiza y más caliente, notando el paciente cierta sensibilidad en la piel al tacto. A veces también aparece la fiebre.
Las bursas se localizan en todas las zonas en las que hay movimiento; se puede hallar por todo el organismo en un número mayor de 150. Cualquier parte en la que haya una de estas estructuras puede verse afectada aunque, con mayor frecuencia, la bursitis se da en codo, cadera rodilla y hombro.
Diagnóstico de bursitis
El médico llegará al diagnóstico mediante la clínica y en la mayoría de las ocasiones, realizará una ecografía o una resonancia magnética para la confirmación. A veces es necesario obtener una muestra del líquido de la bursa para analizar y establecer un diagnóstico más preciso, por si hay una infección.
¿Cómo puede afectar?
A veces el dolor es tal que hace imposible mover la articulación, lo que incapacita enormemente las actividades de la vida diaria del paciente, en mayor o menor medida, según qué articulación sea alterada.
Tratamientos para la bursitis
La terapia dependerá de la causa que provoque la inflamación de la bursa, pero, en general y en todos los casos, independientemente del motivo, el objetivo principal del tratamiento para la bursitis será disminuir el dolor y la inflamación mediante el reposo articular con el miembro en alto, la aplicación de hielo en la zona durante 20 minutos 3 o 4 veces al día y la toma de AINES y analgésicos habituales.
· Las infecciones cuyo germen es una bacteria se tratarán con antibióticos específicos prescritos por el médico.
· En situaciones incapacitantes o aquellas que no mejoran con las pautas anteriores, puede estar indicada la inyección de corticoides intraarticular.
· Si se trata de una enfermedad reumatológica, como la artritis reumatoide o la gota el objetivo es tratar la patología principal.
· Por indicaciones médicas, puede ser beneficioso recibir sesiones de fisioterapia con ultrasonidos, masajes y tablas posturales y de ejercicios específicos .
· La cirugía es la última opción y sólo está indicada cuando todas las medidas anteriores han fracasado.
Cuidados caseros para la bursitis
Las bursitis agudas de repetición o las mal curadas, pueden hacer que el cuadro se cronifique y la inflamación no se resuelva provocando la aparición de síntomas con mucha frecuencia.
En estos casos y una vez han transcurrido más de 48 horas desde el inicio del dolor, la aplicación de calor seco local durante 15 o 20 minutos 3 o 4 veces diarias puede ser beneficiosa.
La corrección de las malas posturas es primordial para evitar inflamación por este motivo.