Las personas que padecen de artritis reumatoide y aún no han encontrado un tratamiento que permita controlar sus síntomas podrían tener una nueva posibilidad que lograría reducir la actividad de la enfermedad; y disminuir signos como el dolor, así lo concluye una investigación realizada por la Universidad de Stanford, en Estados Unidos.
Esta investigación buscaba establecer la efectividad de un compuesto en etapa experimental, llamado filgotinib. Lo que hace este medicamento es bloquear cuatro enzimas directamente relacionadas con la inflamación; de esta manera se podría reducir la actividad de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente.
El estudio contó con la participación de 400 pacientes de distintas regiones del mundo que padecían de artritis reumatoide y no habían obtenido respuesta positiva a los tratamientos convencionales ni los biológicos. Estas personas fueron distribuídas en tres grupos; el primero recibía dosis de 200 miligramos de filgotinib, el segundo 100 miligramos o un efecto placebo.
Estos pacientes presentaban una actividad de moderada a severa de la enfermedad que no pudo ser controlada con otros tratamientos. Esta investigación se realizó por cerca de seis meses en los que se suministró el medicamento a los participantes.
Resultados
Los resultados obtenidos en las primeras 12 semanas mostraron que los grupos que habían recibido dosis de filgotinib presentaban una reducción del 20% en síntomas como la inflamación y la sensibilidad articular; esto en comparación con quienes recibieron placebo.
“Este nuevo medicamento funciona excepcionalmente bien en pacientes que ya han fallado las terapias tradicionales para la artritis reumatoide (…) podríamos ver mejoras tan pronto como en dos semanas después del inicio”, aseguró Mark Genovese, investigador principal del ensayo clínico.
Una de las preocupaciones del grupo de investigadores era que aumentara el riesgo de sufrir infecciones; o la reactivación de algunas infecciones contraídas previamente, como la tuberculosis. Sin embargo estos efectos secundarios fueron reducidos, en comparación con lo producidos por el placebo.
Para los expertos los hallazgos sobre la efectividad de este medicamento suponen un gran avance en el tratamiento de la artritis reumatoide; y una nueva oportunidad de encontrar una diana terapéutica efectiva para los pacientes que sufren de esta enfermedad.
Por ahora el medicamentos se encuentra en fase experimental y se espera que con los resultados de este estudio pueda ser comercializado en unos meses.