Redacción Artritis y Reumatología
Normalmente, los pacientes entienden a la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) como una única patología. Sin embargo, así es como se conoce a una patología que afecta al sistema gastrointestinal, desde la boca hasta el estómago, de manera crónica. Además, se debe tener presente que este es el nombre que agrupa a varias condiciones crónicas, entre ellas la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC).
Por lo general, llegar al diagnóstico de esta enfermedad no es tarea fácil ya que los síntomas se confunden con los de infecciones gástricas comunes. Aún así, la EII se presenta durante toda la vida del afectado, con brotes síntomáticos influidos por la gravedad de la condición. Entre las consecuencias más severas de la EII se encuentra la artritis y otras dolencias reumáticas.
La dolencia es habitual en personas entre los 20 y 40 años, sin discriminación de sexo. Si bien existen numerosos estudios sobre la EII, ninguno afirma que sea una afección heredada. Sin embargo, un 15 – 20% de pacientes tiene familiares directos con un diagnóstico confirmado de enfermedad inflamatoria intestinal.
¿Cuáles son los síntomas de la EII?
Las patologías que hacen parte de la enfermedad inflamatoria intestinal, se manifiestan de formas diferentes. En términos generales, la sintomatología depende de la enfermedad que padezca el afectado y de la gravedad del brote o padecimiento.
Colitis ulcerosa (CU): Esta condición se caracteriza por la aparición de úlceras e inflamación del revestimiento del colon. Aunque parecen brotes aislados relacionados con factores ajenos a la EII, los pacientes de colitis ulcerosa se ven aquejados con dolor, imposibilidad para comer ciertos alimentos y permanente hinchazón. El diagnóstico se obtiene a partir de varios análisis médicos, entre ellos algunos que miden la microbiota intestinal y sus alteraciones.
Enfermedad de Crohn (EC) es el nombre que recibe la inflamación del colon o el intestino delgado. Los afectados por EC se quejan de continua inflamación intestinal, diarrea y dolores abdominales severos. Sin embargo, en comparación con la enfermedad antes descrita, no todo el tracto abdominal se ve afectado. En los pacientes de la enfermedad de Crohn, varias partes del intestino pueden permanecer saludables sin sufrir los efectos de esta condición.
De acuerdo con el sitio web arthritis.org, la extensión de la EEI generalmente influencia la gravedad de los síntomas de artritis. Comúnmente afecta a la espalda, caderas, tobillos y rodillos. En otras manifestaciones de la enfermedad puede atacar otros órganos como el hígado, la piel o los ojos.
Sobre la artritis que surge como consecuencia de la EII, el mismo sitio web afirma que ésta afecta entre el 30 y 35 % de los casos confirmados. A pesar de que se han hecho importantes avances para tratar estas condiciones de manera simultánea, todavía no existen tratamientos para ambas enfermedades sin que el paciente sufra alteraciones negativas en su calidad de vida.