La terapia de Ozono Articular es un método bastante beneficioso para el tratamiento de personas con algún tipo de artritis. También para aquellos que sufren problemas en las articulaciones.
El Ozono es un elemento molecular que dentro de su composición química tiene 3 átomos de Oxigeno 03. Además tiene una carga eléctrica negativa. Un dato importante del Ozono, es que para fines médicos debe manejarse en concentraciones especiales; de lo contrario será inestable y tendrá una “vida poco útil”.
Esta terapia cuenta con un equipo generador de Ozono. Este posee los últimos avances en tecnología y le brinda al paciente una sesión segura y realmente efectiva. Consiste en aplicar el Ozono en la zona afectada, teniendo en cuenta la dosis permitida. Además, dependiendo de lo que el paciente necesite.
Según el Instituto Niehans Zellen, este tratamiento se implementa dependiendo de la necesidad del paciente. Se realiza mediante el uso del Ozono como agente terapéutico. Este proceso se lleva a cabo de la siguiente forma:
- Directamente aplicado sobre la piel
- Inyectarse debajo de la piel
- Inyectarse por vía intravenosa
- Mediante autosanguis donde se extrae sangre al paciente se ozonifica y se vuelve a aplicar la sangre ozonizada al paciente
- Por vía rectal o anal en caso de hemorroides entre otras.
Después de la primera guerra mundial y todos los heridos que dejó, se implementaron curaciones con Ozono en las partes del cuerpo afectadas; desde ese entonces se han analizado diversas propiedades que el Ozono posee en su composición.
Una de las dudas que poseen las personas que se someten a la terapia es con la seguridad del tratamiento. Lo cierto es que el Ozono posee elementos oxidantes; que, si se usan con las dosis permitidas y se sigue la reglamentación para su uso, será bastante efectiva.
Beneficios
Este método posee diversos beneficios que benefician no solo la zona articula afectada, sino que además ayuda al organismo. Algunos de sus beneficios son que ayuda como antioxidante, elimina hongos, activa la circulación sanguínea. Además, desintoxica el hígado y reduce los niveles de colesterol y ácido úrico. Ten en cuenta que, para llevar a cabo este tratamiento, siempre debe ser bajo la supervisión. Además, la autorización de tu reumatólogo o médico de cabecera.