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¿Qué es la gota y cómo prevenirla?

La gota es una de las formas más frecuentes y complejas de la artritis. Se presenta en cualquier tipo de persona y usualmente produce dolor intenso, hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad en las articulaciones de la zona afectada.

Por lo general, esta dolencia se produce en el dedo gordo del pie. Se da la sensación de que el dedo está en llamas, debido a que la articulación afectada  se calienta y normalmente se inflama por el peso de la cobijas o del zapato.

Los síntomas de la gota pueden llegar ser alternos. Estos son algunos de los síntomas:

Dolor articular intenso

Aunque afecte normalmente el dedo gordo del pie, no quiere decir que no afecte otras articulaciones. Puede lastimar articulaciones como las que se encuentran en los tobillos, rodillas, codos, muñecas y dedos de las manos. El dolor va aumentando intensivamente dentro de las 4 a las 12 horas que inicia.

Inflamación y enrojecimiento   
      

La zona afectada presenta hinchazón, sensibilidad, temperatura alta y enrojecimiento.

Por ende, la principal causa se debe cuando se acumulan cristales de urato en la articulación. Estos cristales se producen cuando en el organismo se descompone el ácido úrico.

Por consecuencia de algunos alimentos como la carne y los filetes, y en algunas bebidas alcohólicas, especialmente la cerveza, y las bebidas endulzadas con azúcar de frutas (fructosa)

Asimismo, la persona que tiene elevados los niveles de ácido úrico los siguientes factores aumentarán la enfermedad:

  • Obesidad. Con el sobrepeso, los riñones tiene mayor dificultad para eliminar el ácido úrico del organismo.
  • Medicamentos. Algunos medicamentos que son diagnosticados para tratar la hipertensión, como el uso de  diuréticos tiacídicos elevan los niveles.
  • Antecedentes familiares, que sufran de gota.
  • Edad o sexo. Generalmente se presenta en las mujeres después de la menopausia, aunque los hombres son más propensos a padecerla. Sin embargo, para los dos sexos se puede prolongar entre los 30 y los 40 años.

Por: Redacción Artritis y Reumatología