La arteritis de Horton o también conocida como arteritis de células gigantes es un tipo de vasculitis que afecta las arterias, especialmente las de gran calibre; lo que puede provocar inflamación en en estas partes del cuerpo.
Es causada por la inflamación de la zona que recubre las arterias; esto provoca que los vasos sanguíneos queden estrechados; y esto a su vez reduce el flujo de sangre y el oxígeno que circula por el cuerpo. Sin embargo, la razón por la que se produce dicha inflamación es hasta ahora desconocida.
La inflamación producida por arteritis de Horton puede incidir en el desarrollo de polimialgia reumática, estenosis, cerca de un 50% de los pacientes que padecen de arteritis desarrollan esta enfermedad. Incluso puede causar el bloqueo de las arterias. Por lo general, esta patología se manifiesta en personas entre los 50 y 80 años.
Puede provocar síntomas como dolor de cabeza, fatiga, fiebre, pérdida de visión permanente, pérdida de peso. Si también produce polimialgia reumática se pueden manifestar signos como dolor y rigidez muscular de zonas como cuello y hombro.
Existen algunos factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir esta enfermedad, por ejemplo sufrir de polimialgia reumática, tener antecedentes familiares, ser mayor de 50 años y ser mujer. Se ha podido evidenciar que las mujeres tienen el doble de riesgo de sufrir de arteritis de Horton en comparación a los hombres.
Diagnóstico y tratamiento
Realizar el diagnóstico de esta enfermedad puede ser un proceso complejo y dispendioso. Los síntomas que genera pueden ser confundidos con otras patologías. Por esta razón, el médico tratante pedirá la toma de una serie de exámenes que permitan verificar se trate de arteritis. Algunos de los exámenes son: análisis de sangre, tomografía, doppler o biopsia.
Esta enfermedad suele ser tratada mediante corticoesteroides; para controlar la inflamación y evitar la pérdida de visión. Sin embargo, el uso de estos medicamentos debe ser supervisado por un especialista; pues tiene efectos secundarios que podrían incidir en el desarrollo de enfermedades como la osteoporosis y debilidad muscular.
Si la arteritis se trata de forma oportuna puede provocar ceguera, accidentes cerebrovasculares y debilitamiento de los vasos sanguíneos.