Psoriasis es una condición común, inflamatoria no-infecciosa del sistema inmunológico, que involucra o afecta principalmente la piel y las articulaciones. Ocurre en aproximadamente 2% de la población; se estima que en Puerto Rico hay cerca de ochenta mil personas con la condición.
Puede presentarse a cualquier edad, siendo más frecuente en adultos y afecta ambos sexos por igual. Su etiología aún es desconocida, pero se sabe qué factores genéticos y ambientales causan alteración en el sistema inmune desregulando el crecimiento y la diferenciación de la piel.
La variante de “psoriasis en placa” es la forma más común de psoriasis, la cual afecta entre el 80-90% de los pacientes. Se presenta con parches rojos, elevados cubiertos de escama adherente blanca principalmente en cuero cabelludo, codos y rodillas, aunque puede afectar cualquier área de la piel incluyendo las uñas.
La mayoría de los pacientes presentan una psoriasis leve a moderada, pero un 20% tiene una presentación severa con un envolvimiento extenso en la piel de más del 5% de la superficie del cuerpo.
Por su carácter sistémico se ha observado que estos pacientes, especialmente los de envolvimiento severo, tienen mayor prevalencia de comorbilidades u otras enfermedades asociadas. Entre estas otras enfermedades o condiciones, se encuentran una mayor incidencia de colitis ulcerativa y enfermedad de Crohn, un aumento en riesgo de enfermedad cardiovascular como lo son infarto del corazón, accidentes cerebrovasculares y enfermedades renales.
Artritis psoriásica
Hasta el 40% de las personas con psoriasis pueden presentar artritis psoriásica. En la mitad de los pacientes, el envolvimiento en piel va a preceder por una década la artritis; en otro alto porcentaje puede aparecer concomitantemente, y en un grupo reducido la artritis va a preceder la condición en piel.
Interesantemente, casi todos los pacientes con artritis van a presentar psoriasis en las uñas y aunque raro puede ser el único hallazgo en piel. El hallazgo más común en las uñas son los hoyuelos o depresiones en el plato de la uña. Además, puede presentar manchas blancas en el plato ungueal, descoloración amarillosa, onicolisis (separación de la uña de su base), hiperqueratosis subungual (descamación y engrosamiento debajo de la uña), hasta distrofia total de la misma.
La artritis psoriásica no va a estar asociada al factor reumatoide u otros auto-anticuerpos; o sea, es una artritis seronegativa y puede afectar cualquier articulación del cuerpo. Generalmente, esta afecta las articulaciones grandes de las extremidades inferiores, las distales de los dedos de las manos y los pies, la espalda, y la pelvis.
Al evaluar la calidad de vida de los pacientes con artritis psoriásica, la misma se encuentra disminuida, afectando su ejecutoria en su trabajo y las actividades del diario vivir. En la actualidad, hay tratamientos disponibles y eficaces para tratar la condición y prevenir, controlar y revertir los síntomas y signos de esta.
La inflamación persistente producida por envolvimiento articular de la psoriasis, causa un daño a las coyunturas músculo-esqueletales si no es atendida. Es esencial obtener un diagnóstico preciso y temprano para evitar daños permanentes a las articulaciones. Si tienes psoriasis o familiares con psoriasis y molestia en las articulaciones, visita a tu reumatólogo o dermatólogo para evaluación y tratamiento.
Por: Aida Quintero Noriega | Dermatóloga
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