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Pautas dietéticas en caso de hiperuricemia y gota

Pautas dietéticas en caso de hiperuricemia y gota

Desde la antigüedad se ha relacionado a la gota con los excesos en la comida y la bebida. Sin embargo, ha sido en la última década cuando se ha llegado a un mayor conocimiento sobre los factores dietéticos asociados con el desarrollo de hiperuricemia y gota.

La gota se caracteriza no sólo por el aumento del ácido úrico, eventuales episodios de artritis y el daño crónico articular; sino también por su asociación con diversas comorbilidades y con el aumento del riesgo cardiovascular.

Por ello, adoptar hábitos dietéticos más sanos puede contribuir a un mejor control de la hiperuricemia y también a una reducción de las enfermedades asociadas.

Por su composición, diversos nutrientes o alimentos pueden empeorar el pronóstico de la hiperuricemia y la gota. La hiperuricemia es el nivel de ácido úrico en sangre superior a 7,0 mg/dl y su máxima manifestación clínica es la gota.

Es una inflamación aguda de algunas articulaciones causada por el depósito de cristales de ácido úrico; que ocasionan una artritis aguda, un trastorno limitante que puede hacerse crónico si no se sigue el tratamiento adecuado.

Por ello, antes de iniciar un tratamiento farmacológico para toda la vida que reduzca los niveles de ácido úrico, se deben identificar y tratar los trastornos subyacentes que pueden contribuir a la hiperuricemia.

Cabe reconocer la fuerte asociación de esta con el síndrome metabólico (obesidad abdominal, dislipidemia, hipertensión, niveles elevados de insulina en suero e intolerancia a la glucosa).

A continuación algunos factores dietéticos negativos para la hiperuricemia:

Proteínas

Se ha constatado una asociación positiva entre el consumo de proteína de origen animal y la prevalencia de la hiperuricemia, una relación inversa entre la proteína de origen vegetal y esta patología.

Lo demuestra la mayor revisión sobre este factor dietético realizada por el Vanderbilt University Medical Center en Nashville (EE.UU.).

Los resultados de la investigación también sugieren una asociación directa entre la ingesta de pescado azul y de marisco con una mayor prevalencia de la hiperuricemia.

Alcohol

Es esencial moderar, e incluso eliminar, el consumo de las distintas formas de alcohol. Esta recomendación afecta también a las bebidas de baja graduación, como la cerveza, la sidra, el vino, el cava o el champán.

Bebidas con fructuosa

El American College of Rheumatology recoge los datos del mayor estudio epidemiológico que ha analizado la relación positiva entre el consumo de bebidas dulces con fructosa y el aumento significativo de los niveles séricos de ácido úrico.

Por ello, el consejo dietético es evitar este tipo de bebidas, así como los productos que añadan fructosa como endulzante.

La fructosa está presente de forma natural en los zumos de fruta, en las bebidas refrescantes que lleven zumo de fruta. Así como en todo tipo de bebidas y productos que añadan fructosa como aditivos edulcorantes.

Purinas

Las guías para el consumo de alimentos en caso de hiperuricemia y gota apuntan a eliminar los siguientes alimentos ricos en purinas:

vísceras y despojos (mollejas, hígado, riñones, lengua, corazón, sesos, lengua…), carnes rojas (caballo, caza, cerdo, cordero, ternera y vaca) y derivados cárnicos (patés, embutidos, extractos de carne…), pescados azules, mariscos y derivados (caviar, ahumados, conservas).

Aunque algunas verduras como espinacas, espárragos, setas y champiñones, puerros, coliflor, rábanos y legumbres, lentejas, habas secas y los guisantes.

tienen un contenido moderado, no hay evidencia suficiente como para recomendar evitar su consumo, aunque sí se aconseja un consumo moderado.

Asimismo, para mejorar la gestión de la hiperuricemia y que ésta no desemboque en gota o no empeore y afecte a las articulaciones, el objetivo dietético es crear unas condiciones de homeostasis que impidan la formación de cristales de ácido úrico.

Esto se consigue a través de la selección de alimentos alcalinizantes del medio. En general, las frutas de clima templado y la mayoría de las verduras y hortalizas crean estas condiciones, por lo que su consumo es recomendable.

A continuación algunos alimentos protectores para que la hiperuricemia no desemboque en gota:

Cerezas

Según algunos estudios, las cerezas tienen efectos más positivos que otras frutas en la reducción de la concentración de urato sérico.

Los hidroxicinamatos (catequina, epicatequina y ácido gálico) serían un tipo concreto de compuestos fenólicos abundante en las cerezas, con efectos antiinflamatorios y depurativos, que las hacen recomendables en caso de hiperuricemia y gota.

Proteína vegetal

Los menús diarios deberán prestarse a un mayor número de platos completos, contundentes y energéticos, compuestos solo por alimentos ricos en proteína vegetal.

Son ejemplos de este tipo las recetas que combinan legumbres y cereales integrales o estos con frutos secos. Por su valor nutricional y energético, son perfectos sustitutos de los filetes, casi omnipresentes en las comidas.

Soja

En la revisión del Vanderbilt University Medical Center, se notificó una significativa asociación inversa entre el consumo de soja y la hiperuricemia.

Cabe decir que la soja y los derivados tipo tamari (salsa de soja), miso (pasta fermentada) o tofu son alimentos que forman parte habitual en la gastronomía oriental y que pueden evitar la aparición de gota.