Por: Dr. Sara I. Soto Cora (La depresión cuando padeces de artritis)
Los pacientes que he tratado con depresión y que a la vez comparten esta condición con diferentes diagnósticos que tienen como síntoma principal el dolor físico, también hablan de su dolor emocional. Este dolor emocional muchas veces lo describen como la falta de apoyo, y de entender que la intensidad del dolor solo la conoce el que la experimenta. Se suma a este sentir el dolor y sentido de minusvalía “porqué ya no puedo hacer lo que hacía antes”. Es natural que sintamos preocupación, tristeza o melancolía por diferentes situaciones de la vida. Estos síntomas los experimentamos todos los seres humanos y normalmente van disminuyendo a medida que pasen los días y desparecen al cabo de dos semanas. Se estima que del total de casos de trastornos mentales reportados en Puerto Rico, el 65 % son casos de depresión. (Estévez, Barreto, & Illas, nd).
Las investigaciones médicas han demostrado que la depresión está relacionada a un desbalance de las sustancias llamadas neurotransmisores que trasmiten señales entre las células nerviosas del cerebro. Puede ser por situaciones o estrés en el trabajo, frustraciones a lo largo de su vida, separación de la persona a quien se ama, un proceso de divorcio, la muerte de un ser querido, pérdida de empleo, procesos de enfermedad, la partida a una universidad lejana, procesos de cambio del ciclo de vida, el proceso después del parto, abuso de alcohol y drogas entre otras causas. Además los científicos aún desconocen qué relación existe entre la depresión y el dolor crónico, pero se sabe que estas enfermedades ocurren simultáneamente. El dolor crónico puede empeorar los síntomas de depresión y constituye un factor de riesgo de suicidio en personas deprimidas.
Pero, no pienses que la depresión es tu culpa. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la depresión es la principal causa de discapacidad en los Estados Unidos de América para los individuos entre las edades a 44 años de edad. (América, 2007). Estos nos hace darnos cuenta de que muchas personas a su alrededor comparten los mismo síntomas. La Depresión es una enfermedad al igual que otras enfermedades (como el dolor crónico) y las mismas pueden ser tratadas.
Algo muy importante para aprender sobre el dolor y la depresión es reconocer que la recuperación no ocurre de la noche a la mañana, que necesitas mucho apoyo familiar y seguir el plan de tratamiento que su médico ordene. No dejes de buscar ayuda para la depresión y el dolor.
Si su tristeza o sensación de vacío se transformó en depresión lo sabremos si además se experimenta algunos de los siguientes síntomas por un periodo de tiempo mayor a dos semanas:
- Sentimientos de baja autoestima, de desesperanza y culpa
- Cambio significativo en peso o apetito (disminución o ganancia)
- Cambios en los hábitos de sueño (insomnio o dormir demasiado)
- Fatiga, perdida de energía, sensación de lentitud
- Agitación, intranquilidad e irritabilidad
- Dificultad para tomar decisiones y para concentrarse
- Pensamientos alrededor de la muerte o ideas suicidas