La enfermedad psoriásica es una patología crónica, no infecciosa, del sistema inmune que puede manifestarse en la piel (psoriasis) y, en algunos casos puede aparecer en las articulaciones (artritis psoriásica) y que impacta negativamente sobre las emociones de los pacientes, generando ansiedad, estrés, baja autoestima y, en algunos casos, depresión.
Entre el 10 y el 30% de las personas que tienen psoriasis desarrollan artritis, y ésta puede manifestarse en cualquier momento, aunque su aparición es más probable entre los 30 y los 50 años.
La psoriasis tiene una prevalencia del 2,3 por ciento de la población española, lo que supone más de un millón de personas, de los que el 75 por ciento se sitúa en una edad comprendida entre los 31 y los 60 años. Casi el 60 por ciento son mujeres.
Los síntomas dependen de la forma de psoriasis que tenga el paciente. La más común, es la psoriasis en placas, que consiste en la presencia de placas rojas cubiertas de descamación blanquecina. Aunque pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, es más común en las rodillas, los codos y la zona sacra.
Una forma muy frecuente de psoriasis es la que afecta al cuero cabelludo. Puede acompañar a cualquier forma de psoriasis, o incluso ser la forma de inicio o la única localización de la enfermedad. Se presenta en forma de descamación seca muy adherida (caspa gruesa) sobre una zona roja del cuero cabelludo y suele producir picor.
La psoriasis en gotas consiste en la aparición de múltiples lesiones de pequeño tamaño, distribuidas de forma generalizada en tronco y extremidades. Es más frecuente en niños y jóvenes y suele aparecer tras una infección por estreptococos, generalmente una faringe-amigdalitis.
La psoriasis en las plantas de los pies y en las palmas de las manos se presenta con placas muy secas e hiperqueratósicas y puede interferir mucho en el trabajo y en la vida personal, porque la piel suele agrietarse, sangrar y doler.
En la psoriasis en los pliegues, que puede afectar a cualquier pliegue cutáneo, las placas suelen ser más rojas y menos descamativas.
Las formas más graves psoriasis son la eritrodérmica y la pustulosa. En la primera, la piel de casi todo el cuerpo se encuentra muy roja, caliente y se descama de forma abundante. En la segunda, aparecen pústulas estériles (granos de pus no infecciosos) sobre las placas.
Fuente: abc.es