Por: Redacción Artritis y Reumatología
Cuando la persona tiene alteraciones en sus pies; por ejemplo: pies reumáticos, hallux valgus, pie plano, juanetes, artritis o artrosis, el hecho de caminar puede realizarse de manera desequilibrada y con falta de coordinación. Además, se sobrecargan articulaciones como las rodillas, los trocánteres y la zona lumbar. Es por ello que los pacientes con estas alteraciones deben poner atención al cuidado de sus pies. Hoy te ofrecemos algunas recomendaciones a tener en cuenta.
Procura dedicarle tiempo al cuidado de tus pies, manteniéndolos limpios y con las uñas cortadas adecuadamente. Se recomienda c ortarlas de forma recta y no redondas, pues cuando crezcan podrían provocar uñas encarnadas.
Hidrata tus pies y masajéalos a diario con cremas adecuadas; aunque, evitándola entre los dedos, pues podría favorecer la aparición de hongos o grietas. Por otro lado, las piedras pómez o las limas pueden prevenir que surjan durezas o grietas, por lo que se recomienda su uso.
El calzado también es importante: se debe usar zapatos con una altura de dos a tres centímetros de tacón, el cual –además- proteja al pie de cualquier posible traumatismo. Las sandalias o chanclas no son recomendables porque no brindan sujeción ni amortiguación. Además, propician lesiones inflamatorias (fascitis planar, por ejemplo), provocar ampollas o rozaduras.
En caso de que en sus pies se manifiesten ampollas, grietas o durezas, es necesario acudir al médico. Además, si siente dolor después o durante las actividades del día a día, acuda a un reumatólogo. De esta manera, podrá preescribir zapatillas específicas que mejorarán su calidad de vida.