Por: Redacción Artritis y Reumatología
La crioglobulinemia es una enfermedad multisistémica poco frecuente, es un tipo de vasculitis que afecta las arterias y las venas. Las crioglobulinas son proteínas anormales en la sangre. La presencia de este compuesto puede interferir en el flujo sanguíneo causando daño en órganos como el hígado, los riñones, la piel y las articulaciones.
Hasta el momento el origen de esta enfermedad no se ha logrado entender muy bien. Según expertos la crioglobulinemia se puede producir por factores genéticos y ambientales. No está claro el motivo por el cual las crioglobulinas se acumulan y se tornan de una textura gruesa que impide la circulación de la sangre.
Se cree que esta patología estaría asociada a enfermedades que producen alteración del sistema inmunológico como el síndrome de Sjögren o el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH); y el virus de la hepatitis C también podría ser uno de los causantes de esta patología.
Los síntomas producidos por la crioglobulinemia son intermitentes, es decir aparecen y desaparecen. Algunos de los más frecuentes son: dolor articular, lesiones o manchas de color púrpura en la piel. Además, entumecimiento en los dedos de las manos y los pies.
Para el diagnóstico se pueden utilizar técnicas como biopsia de la piel, radiografía, prueba de hepatitis C. El análisis de orina, entre otros.
El tratamiento de esta patología busca principalmente controlar las enfermedades asociadas a la patología y de esta manera también controlar los síntomas característicos de la enfermedad. Para ello se utilizan medicamentos que calman el sistema inmunitario.
La crioglobulinemia puede producir complicaciones como: enfermedades cardíacas, muerte de la piel, sangrado del tracto intestinal y daño en los riñones provocando insuficiencia renal.