La artritis es el nombre que reciben varias condiciones que afectan a las articulaciones. Si bien se asocia a personas adultas y mayores, este trastorno también se presenta en la población infantil. Dichas anomalías se conocen como artritis idiopática juvenil.
Para difundir más información sobre el tema, la revista Artritis y Reumatología consultó con la Dra. Elivette Zambrana, reumatóloga pediatra y experta en el tema sobre los aspectos fundamentales que padres y especialistas deben conocer sobre este grupo de anomalías para evitar diagnósticos tardíos o errados que causen otras complicaciones de salud en el futuro.
La artritis idiopática juvenil (AIJ), antes conocida como artritis reumatoide juvenil, es el conjunto de algunas enfermedades de las articulaciones, que se manifiestan en niños y jóvenes. Las edades de los menores afectados por la AIJ oscila entre los 0 y 16 años. “Este es un término clínico y es un diagnóstico de exclusión. Es decir que uno tiene que asegurarse que la inflamación articular no la está ocasionando ninguna otra condición”, afirmó la doctora.
Para padres y médicos, es normal que los niños se quejen del dolor articular o en las extremidades, aunque si son muy pequeños no distingan si les duele el músculo, el hueso o la articulación. Por lo general, cuando las consultas al pediatra se hacen sobre este tema, concluyen con tratamientos para los dolores de crecimiento, una molestia corporal que no está asociada con la artritis idiopática juvenil.
“Si se sospecha de artritis idiopática juvenil, al momento del diagnóstico se debe tener evidencia de la inflamación articular durante 6 semanas o más. Si no hay presencia de inflamación, debe ser notoria la limitación del movimiento en combinación con dolor de la articulación afectada”. Por supuesto, el diagnóstico y los síntomas no deben ser comparados con la artritis reumatoidea, uno de los trastorno reumático que más personas afecta en el mundo.
Al igual que en la artritis que se desarrolla en adultos, la AIJ puede clasificarse en varios subtipos. Esto depende de los síntomas iniciales, el número de articulaciones afectadas y la severidad de los daños que cause al paciente. En la actualidad, se maneja la siguiente clasificación:
Oligoartritis, Poliartritis (factor reumatoide positivo), Poliartritis (factor reumatoide negativo), Artritis sistémica, Artritis psoriásica, Artritis indiferenciada y Artritis relacionada con entesitis.
“Si se tiene la preocupación sobre la artritis idiopática juvenil, porque a veces los dolores pueden ser tan severos que el niño se despierta del sueño, debe asistir al pediatra para descartar inflamación. Si los síntomas persisten a pesar de que los análisis de laboratorio estén correctos y hay un índice de sospecha, el niño debe ser remitido al reumatólogo pediátrico para descartar o confirmar la diagnosis”.
Señales de alerta:
De acuerdo con la Dra. Zambrana, estos son algunos de los síntomas que presentan los niños y jóvenes afectados con AIJ.
Cuando el niño presenta entumecimiento al despertar, o no puede mover las articulaciones en las mañanas durante 30 minutos o más.
Si el niño presenta malestar, baje de peso o presente un salpullido color salmón que no responde a un tratamiento dermatológico.
Los niños más pequeños no se quejan. Sin embargo, si los niños pierden las habilidades motoras, dejan de agarrar, caminar, correr y se vuelven más estáticos. Los padres deben observar cualquier cambio comportamental.
“Los estudios demuestran que a mayor brevedad que se diagnostica , la artritis, el desenlace va a ser mejor. Esto quiere decir que las articulaciones se deforman menos y que la posibilidad de crear una incapacidad a largo plazo es menos probable. Es bien importante tener un índice de sospecha, estar consciente como médico que la artritis en niños sí existe”, puntualizó la doctora Zambrana.