La hiperuricemia es el aumento de la concentración del ácido úrico en sangre; que aunque generalmente no presenta síntomas suele ser el desencadenante de la gota ya sea de forma aguda o crónica.
“Los niveles de ácido úrico normales son entre 2,4 y 6,0 mg/dL para mujeres y entre 3,4 y 7,0 mg/dL para los hombres, aunque estos rangos pueden variar según el laboratorio”.
Es posible que no tengas síntomas. Por el contrario, si los cristales del ácido úrico se depositan en una de tus articulaciones, podrás notar aparición de signos como dolor articular, inflamación e impotencia funcional.
Una inflamación dolorosa de la articulación puede indicarnos estar padeciendo una enfermedad llamada “gota”: la gota puede aparecer también con niveles de ácido úrico normales.
Podrás identificarla especialmente si presentas molestia en las rodillas o en el dedo gordo del pie.
Es cuatro veces más frecuente en el hombre que en la mujer. En las mujeres aparece tras la menopausia. También es frecuente que dé lugar a problemas renales (causados por la formación de cálculos renales) o problemas al orinar.
Principales factores para padecer hiperuricemia
- Obesidad
- Consumo frecuente de carnes rojas, vísceras o extractos cárnicos
- Elevado consumo de pescado o marisco
- Consumo habitual de bebidas alcohólicas
- Ingesta de bebidas azucaradas (“refrescos”) o zumos de frutas
Pero también podemos detallar qué factores podrían disminuir el riesgo de padecerla:
- Pérdida de peso (si es excesivo)
- Consumo habitual de legumbres
- Ingesta habitual de verduras
- Priorizar el consumo de alimentos ricos en fibra (Ej.: cereales integrales)
- Escoger lácteos desnatados
¿Cómo prevenirla?
No a las bebidas alcoholicas
Para prevenir la hiperuricemia y las dolorosas crisis de esta condición es necesario que suspendas de forma definitiva el consumo de bebidas alcohólicas; ya que estás bloquean la adecuada metabolización hepática del ácido úrico
La cerveza es la bebida alcohólica que más riesgo de gota provoca, mientras que el vino (con máximo de dos copas diarias) no tiene incremento de riesgo.
No a las carnes rojas (purinas)
Por otra parte, el cambio en la dieta, dejando de lado las carnes rojas por su alto contenido en purinas también es recomendable para frenar el aumento del ácido úrico.
Las purinas son compuestos con nitrógeno que se forman en las células del cuerpo (endógeno) o que entran al cuerpo con los alimentos (exógeno).
Estas purinas se degradan en ácido úrico y esto puede resultar dañino en niveles altos del ácido en sangre. El ácido úrico se puede acumular en los tejidos y formar cristales.
Esto ocurre, habitualmente, cuando el nivel de ácido úrico en sangre aumenta a más de 7mg/dL. En estos casos el resultado pueden ser problemas como cálculos renales y ataques de gota (cristales de ácido úrico en las articulaciones, especialmente en los dedos, que causan mucho dolor).
Vale la pena destacar una observación constatada en un estudio recogido en la edición de marzo de 2004 en la revista The New England Journal of Medicine: cada ración diaria adicional de carne roja podría incrementar un 21% las posibilidades de padecer gota.
El estudio también observó que cada ración semanal de pescado podría incrementar el riesgo de gota en un 7%.
Mantenerte hidratado
El agua mineral levemente alcalina ayuda a la eliminación por orina del ácido úrico y por supuesto, se hace fundamental el tratamiento médico guiado y controlado periódicamente.
Es importante también estar bien hidratado, tomando de 2 a 3 litros de agua por día, a menos que te indiquen lo contrario.
Redacción Artritis y Reumatología
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