La separación de los huesos que componen una articulación se conoce como luxación, es decir, cuando hay una dislocación o el hueso se corre de su posición normal.
Esta dolorosa lesión generalmente se presenta por un trauma o caída o por un esfuerzo exagerado en la actividad física que afecte a los ligamentos.
Las articulaciones que son el punto de unión entre los huesos, músculos y ligamentos son las encargadas de permitir el movimiento y cualquier lesión puede impedir que lo realicemos o generar demasiado dolor.
Con regularidad, las articulaciones deben encajar pero al tener una luxación, los huesos se separan perdiendo su ubicación natural.
Tipos de luxación
Habitualmente se pres enta en hombros, caderas, rodillas, tobillos, codos y espalda y pueden ser completas o parciales dependiendo de su gravedad.
Pueden clasificarse en:
Traumáticas: Causadas por un trauma directo o indirecto.
Complicadas: Cuando también incluyen una lesión vascular, nerviosa o de otro tipo.
Congénitas: Cuando están presentes desde el momento de nacer.
Recidivantes: Las que aparecen en una articulación que ya previamente había sufrido una luxación.
Ante cualquier golpe o dolor consulta para detectar a tiempo algún trauma óseo.