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¿Cómo afecta la artritis reumatoide los sistemas de su cuerpo?

La artritis reumatoide (AR) es más que una enfermedad de las articulaciones. Puede causar inflamación en todo el cuerpo. La buena noticia es que el riesgo de desarrollar síntomas fuera de las articulaciones es menor hoy que nunca antes.

Esto se debe en gran parte a que las personas obtienen diagnósticos precoces y mejores tratamientos y a que están más atentas a su enfermedad.

EFECTOS DE LA AR EN LOS SISTEMAS DEL CUERPO

Para entender su AR, es importante estar consciente del impacto que tiene en todo su cuerpo, no sólo en sus articulaciones. Aquí se muestra cómo afecta la artritis al resto del cuerpo:

SANGRE

Anemia– Reducción de la cuenta de eritrocitos que puede causar cefalea y fatiga, entre otros síntomas. La inflamación descontrolada de la AR resulta en anemia. Una inflamación muy alta también puede provocar trombosis, o un aumento de plaquetas que provoca coágulos sanguíneos.

Síndrome de Felty– Condición que se caracteriza por un bazo agrandado y una cuenta baja de leucocitos. El síndrome de Felty es una complicación poco común de la AR severa y duradera. Las personas con este síndrome pueden presentar mayor riesgo a infecciones y linfoma, un cáncer de las glándulas linfáticas.                   

VASOS SANGUÍNEOS

Vasculitis– Inflamación de los vasos sanguíneos. Esta es una consecuencia seria, pero poco común de la AR de mucho tiempo. La vasculitis asociada a la AR comúnmente afecta los vasos sanguíneos que abastecen la piel.  Así como la AR, puede implicar a muchos órganos del cuerpo, como ojos, riñones y corazón.

Los síntomas de la vasculitis que debe observar incluyen el desarrollo de úlceras en las piernas o bajo las uñas o blanco de las uñas.

OJOS
Esclerosis– Inflamación en diversas partes del ojo. Los síntomas de la inflamación ocular dependen de dónde ocurra la inflamación, pero pueden ser dolor, enrojecimiento, visión borrosa y sensibilidad a la luz.

Una complicación poco común de la esclerosis es la escleromalacia perforante, cuya inflamación severa puede dañar permanentemente al ojo. Las enfermedades autoinmunes como la AR también causan uveítis, inflamación del área entre la retina y el blanco del ojo. La uveítis puede agravarse tanto como para provocar ceguera si no se trata. Si tiene AR, debe hacerse revisar los ojos al menos una vez al año. Vea de inmediato al oftalmólogo si desarrolla enrojecimiento de la parte blanca del ojo o si siente dolor repentino en los ojos.

Síndrome de Sjögren

Tener AR también le hace más vulnerable al síndrome de Sjögren, condición en la que el sistema inmunológico ataca las glándulas del cuerpo. Esto puede resecarle la boca y los ojos y hacerlos sentir arenosos. Si no se trata, ello podría potencialmente resultar en infección ocular y cicatrizado de la córnea y la conjuntiva (membrana que cubre el área blanca del ojo y el interior del párpado). La resequedad crónica de la boca puede permitir que las bacterias crezcan más rápidamente. Es importante ver al oftalmólogo y al dentista para prevenir y/o tratar los síntomas del síndrome de Sjögren.

CORAZÓN

Enfermedad cardiaca– Condición que aumenta el riesgo de tener un ataque cardiaco u otro problema del corazón. La inflamación sistémica asociada a la AR también hace que las personas con AR puedan desarrollar más enfermedades cardiacas o cardiovasculares (condiciones que involucran la circulación sanguínea, como los derrames cerebrales). De hecho, la tasa de mortalidad entre individuos con AR es 35% mayor que entre la población general,  debido principalmente al mayor riesgo a enfermedades cardiacas. Una persona con AR tiene 2.5 veces más posibilidades de manifestar enfermedad del corazón que alguien de la población general. La investigación reciente muestra que quienes tienen AR presentan un riesgo a ataques cardiacos similar al de las personas con diabetes tipo 2.

PULMONES

Hasta un 30% de las personas con AR desarrollarán algún tipo de condición pulmonar, incluyendo pleuritis, fibrosis pulmonar y nódulos pulmonares.

Pleuritis– Inflamación del recubrimiento de los pulmones que dificulta la respiración profunda.

Fibrosis pulmonar– Cicatrización de los pulmones que conlleva dificultad progresiva para respirar.

Nódulos reumatoides– Bultos de tejido que se pueden formar en los pulmones y otras partes del cuerpo (más comúnmente en las manos). Los nódulos, sin importar su ubicación, típicamente no causan síntomas o problemas.

BOCA

Gingivitis– Inflamación e infección de las encías que puede acarrear problemas dentales como pérdida de dientes y otras complicaciones. Los individuos con AR tienden a presentar una mayor tasa de gingivitis (enfermedad de las encías) que la población general. Aunque todavía se desconoce la razón, la inflamación general puede desempeñar un papel en este riesgo. Si la AR afecta las articulaciones de sus manos, podría resultar complicado cepillarse y usar hilo dental, lo que aumentaría su riesgo de caries y gingivitis. La resequedad que puede acompañar a la AR también aumentaría el riesgo de gingivitis.

SISTEMA NERVIOSO

El adormecimiento, hormigueo o debilidad de brazos y piernas se manifiestan a menudo en quienes tienen AR. Son señales de que la AR está afectando al sistema nervioso.

Síndrome del túnel carpiano– Condición común de los nervios que acompaña a la AR. El nervio que corre del antebrazo a la mano se encuentra oprimido en la muñeca, provocando hormigueo, adormecimiento y debilidad para asir objetos.

PIEL

Nódulos reumatoides– Bolitas bajo la piel que típicamente no duelen, a menos que se encuentren en áreas sensibles, como donde toma un bolígrafo. Hasta la mitad de las personas con AR tienen nódulos reumatoides bajo la piel, frecuentemente en dedos, codos u otras áreas con huesos expuestos a la presión.                                   

Cambios del color y calidad de la piel– Puntitos rojos o úlceras (parches pequeños de piel viva o llagas abiertas). Si la AR se acompaña de inflamación de los vasos sanguíneos, uno de los primeros síntomas pueden ser los puntitos rojos en la piel, indicando la necesidad de tratamiento. En casos más severos, la inflamación de los vasos sanguíneos puede causar úlceras en la piel de las piernas.

EFECTOS DE LA AR EN SU BIENESTAR

Además de inflamación articular y los síntomas de órganos específicos, la AR también puede provocar fatiga, inapetencia, pérdida de peso, fiebre de baja temperatura y sentimientos de depresión.

Fatiga

Uno de los síntomas más comunes de la AR, la fatiga, es a veces la primera señal de inflamación. La fatiga es un sentimiento de cansancio, agotamiento, pérdida de energía, debilidad física o sueño. La fatiga puede dificultarle concentrarse o lidiar con el dolor: puede hacer que las personas se sientan indefensas. Como el dolor, la fatiga es indicio de que algo anda mal. Combatir la fatiga puede hacerle sentir mejor.

Entre las causas de la fatiga se pueden contar la inflamación, excederse en las actividades de su rutina, efectos secundarios de los medicamentos, tensión, depresión o una variedad de éstos.

La falta se sueño y ejercicio regular, así como de nutrición adecuada pueden contribuir.

Sentirse constantemente cansado puede conducir a tensión y depresión. Y, si se agota físicamente, su sistema inmunológico estará menos apto para combatir la infección y la enfermedad. Sentar prioridades, tomar decisiones inteligentes y conservar su fortaleza hará que pueda seguir haciendo la mayoría de las cosas que son importantes para usted.

Inapetencia

La AR puede hacerle sentir enfermo, especialmente durante los periodos agudos (o episodios de exacerbación). Cuando se siente mal, no tiene ganas de comer, pero es primordial que se alimente de una dieta saludable y balanceada. Durante un episodio agudo, puede requerir más energía de la normal porque su cuerpo está trabajando más arduamente en hacerle sentir bien. Trate de aumentar su energía consumiendo más calorías de los alimentos. Más calorías le proporcionarán más combustible al cuerpo para combatir la inflamación. Aquí están algunas ideas para aumentar la ingesta de calorías en su dieta:

. Aumente la proteína de su dieta.

. Busque alimentos altos en calorías como aguacates, granola, frutos secos.

. Beba leche (pruebe las de soya, arroz, almendras, coco, etc, especialmente si es intolerante a la lactosa).

. Añada crema a sus platillos.

. Pruebe los cereales integrales en vez de los refinados y procesados.

Cambios de peso

Es común experimentar cambios de peso con la AR. Eso es porque su cuerpo está enfermo y puede hacerle perder el apetito, o un súbito estilo de vida sedentario puede originarle aumento de peso. La pérdida de peso intencional puede volverse peligrosa. Puede dejarle exhausto, débil e interferir con su tratamiento. Hable con su doctor a cerca de cómo mantener un peso saludable con la AR.

Fiebre de baja temperatura

La AR a menudo se acompaña de una pequeña fiebre, que puede ser uno o dos grados más alta que lo normal (98.6 F). La fiebre es un importante mecanismo de defensa del cuerpo contra la infección. Muchos niños y bebés desarrollan fiebres altas por enfermedades virales menores. Aunque la fiebre indique que el cuerpo está librando una batalla, la fiebre está luchando por usted, no en su contra.

Salud mental

Si tiene AR, quizá se el dificulte lidiar con la enfermedad. Ciertos sentimientos de depresión son normales, pero pueden entorpecer su manejo de la misma.  Los síntomas de depresión pueden incluir:

. Falta de sueño o dormir demasiado

. Inapetencia o exceso de apetito

. Lágrimas frecuentes y sentimientos de tristeza

. Fatiga, irritabilidad, inquietud o movimientos letárgicos                          

. Sentimiento de impotencia o culpa sobrecogedora.

Los fármacos, el descanso y el ejercicio son la mejor receta para aliviar los síntomas, pero mantenerse concentrado en los aspectos positivos de la vida también ayuda. Es importante para usted y su familia aprender todo lo que pueda hacer sobre la enfermedad y hablar mutuamente, con sus doctores y demás personal médico involucrado en su salud.  También puede servirle el consejo de un proveedor de servicios de salud mental para desarrollar estrategias de ayuda.