La enfermedad, cuyas causas exactas y formas de aplacarla siguen en proceso de investigación, supone una inflamación de las articulaciones que en casos severos puede limitar la movilidad o la actividad diaria.
la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune sistémica, de carácter inflamatorio y crónico”. Así, “presenta predilección por las articulaciones, siendo la membrana sinovial la primera estructura comprometida, pero con posterioridad se extiende a los elementos colindantes con alteración del cartílago, ligamentos, cápsula y hueso”. Además, los cambios inflamatorios sistémicos “pueden provocar una afectación de otros órganos como el corazón, pulmón, riñón, piel y ojos”
La directora de la asociación de pacientes ASEPAR, María Ángeles Fernández, alerta que “se trata de una enfermedad que necesita se visibilizada por su difícil diagnósitco. “Entra muy fuerte, con una sintomatología aguda, pero es cierto que muchos pacientes no le dan la importancia que merece a, por ejemplo, un dolor y calentura de rodilla sin que se haya producido un traumatismo no hace que acudas al médico”, detalla Fernández.
Es fundamental, por tanto, acudir a un médico de atención primaria que pueda derivar el caso al reumatólogo. Porque, como explica la presidenta de la asociación de afectados, “cuanto antes se intervenga la enfermedad, más posibilidades hay de recuperar una buena calidad de vida”.
Por ello, los esfuerzos en los laboratorios se centran ahora en tratamientos específicos para la artritis reumatoide. Y es que se estima que el 40% de los pacientes no responde de forma adecuada a los fármacos disponibles actualmente.
En este sentido, la compañía biotecnológica Galápagos, que tiene presencia en España, ha iniciado el trámite para la comercialización en España del Filgotinib, que ya ha recibido el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento. Es un fármaco oral, de toma diaria que permite, según la empresa, “atacar directamente a la raíz de la enfermedad y no solo a sus síntomas”.
En este sentido, el director médico de Galápagos, Fernando Osorio, insiste en la necesidad de detectar la artritis reumatoide a tiempo. “Es una enfermedad que suele debutar en la edad media de la vida, que muchas veces tiene un diagnóstico tardío porque suele aparecer y desaparecer hasta que se instala de forma permanente”, explica el facultativo, que pone de relieve que tres de cada cuatro pacientes son mujeres y que “en el momento en que tengamos cualquier manifestación como dolor articular, calor o dolor sin que nos hayamos dado ningún golpe debemos acudir al médico”.
INVESTIGACIÓN SOBRE ARTRITIS REUMATOIDE DEL IMIBIC:
En el tratamiento eficaz de la artritis reumatoide también está implicado el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC). En 2017, comprobaron la eficacia del Tocilizumab (TCZ), que reduce la tendencia a la trombosis en la artritis reumatoide, así como los fenómenos inflamatorios.
El estudio, encabezado entonces por las investigadoras Rosario López-Pedrera y Nuria Barbarroja indicaba también que el uso del TCZ disminuía el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular, una de las principales causas de mortalidad asociada a los pacientes con artritis reumatoide.