Una dieta vegana prescinde de cualquier fuente de proteína de origen animal y eso incrementa enormemente las posibilidades de romperse algún hueso, especialmente la cadera, apunta un extenso estudio británico.
Son varios los estudios que muestran que abusar de la carne favorece la aparición de un gran número de trastornos, como por ejemplo el infarto, la diabetes o el cáncer de colon,pero no tomar la suficiente cantidad de proteínas y calcio también pueden acabar perjudicando a las personas.
Según una amplia investigación de la Universidad de Oxford, las personas veganas que no comen nada de origen animal, tienen un riesgo hasta 2,3 veces mayor que las que consumen carne de romperse la cadera. En cambio, en los vegetarianos las opciones se incrementan solo en 1,25 puntos.
El aumento del riesgo de fracturas no solo afecta a las cadera, las posibilidades de sufrir cualquier otro tipo de fractura especialmente si se localizan en la pierna o el tobillo, también es más elevada entre los veganos.
“Por cada 1.000 personas, en 10 años se producían cerca de 20 fracturas más entre los veganos” apuntó al respecto la doctora Tammy Tong, líder del estudio.
Ser vegano y ser vegetariano no es lo mismo
Hasta hace relativamente poco, la palabra vegano no era muy conocida entre el público general. Se habla más de vegetarianos y por eso, tal vez, hay personas que confunden ambos conceptos, creyendo que ser vegano es la nueva forma de definir a los vegetarianos.
Pero en realidad, son dos propuestas diferentes:
– El veganismo no solo tiene que en cuesta la comida, es más bien un estilo de vida donde se evita utilizar cualquier cosa de procedencia animal desde la miel a cosméticos que experimenten con animales o unos zapatos de piel, por ejemplo.
– En cambio, el vegetarianismo se centra en la dieta y aunque los vegetarianos no comen ni carne ni pescado, suelen ser más flexibles a la hora de incluir en sus menús productos de origen animal por ejemplo los lácteos o los huevos.
¿Por qué en los veganos el riesgo es mayor?
Tal vez el hecho de que el abanico de fuentes de proteínas y de calcio sea mayor entre los vegetarianos puede explicar por qué en ellos el riesgo de fracturarse la cadera es prácticamente igual al de las personas que comen pescado, pero no carne.
El único factor que puede influir en las cifras obtenidas por los autores del informe, en el que se han analizado los datos de más de 54.000 personas durante 18 años.
El índice de masa corporal (IMC), también es otra variable a tener en cuenta. En los veganos, de medida, es más bajo, según concluyen varios estudios anteriores y por lo tanto, sea más vulnerable a una posible caída o al desgaste óseo.
Seguir un control, básico para evitarlo
Aunque el veganismo está de moda, no hay que cometer el error de apuntarse a esta propuesta alimentaria a lo loco, sin acudir a un médico o nutricionista.
Al restringir un gran número de alimentos, hay que planificar los menús con la ayuda de un profesional cualificado para que sean equilibrados y completos. Además, para evitar carencias nutricionales que pueden acabar perjudicando la salud es fundamental tomar ciertos nutrientes en forma de suplementos.
Algunos, como la vitamina B12 o un tipo de omega 3 (DHA) son imprescindibles y otros como el calcio y la vitamina D que son importantes para la salud ósea y también el hierro, pueden ser recomendables en función de los niveles particulares que se tengan. Por eso es tan importante que la dieta esté bien supervisada.
¿Se puede obtener el suficiente calcio si se es vegano?
Para la doctora Tong, a día de hoy es más factible lograrlo que en los años en los que se empezaron a recoger los datos del estudio, ·En la década de la 90, as bebidas vegetales se enriquecen mucho menos que ahora· aclaro.
Pero no es fácil lograr unos buenos niveles de calcio para los veganos, se conoce cuáles son sus principales fuentes vegetales y cómo se les puede sacar el máximo partido.
Con respecto a la toma de suplementos, en las conclusiones del informe los autores admiten “solo pudimos tener en cuenta las diferencias en el calcio de la dieta, pero no las diferencias en el uso de suplementos de calcio, ya que los datos sobre este último no estaban disponibles”.
Por tanto, es una opción a estudiar y a considerar, que podría contribuir a una mejor salud ósea en los casos en que no se obtenga el suficiente calcio a través de los alimentos.
“Las personas deben tener en cuenta los beneficios y riesgos de su dieta, asegurarse de obtener unos niveles adecuados de calcio y proteínas y también mantener un IMC saludable, es decir, ni muy bajo ni muy alto” concluye la autora de la investigación.