El síndrome periódico asociado a la criopirina (CAPS) también conocido como síndrome autoinflamatorio asociado a la criopirina comprende un grupo de tres enfermedades vinculadas a un defecto en el mismo gen que codifica la criopirina.
Los desórdenes autoinflamatorios (DAI) monogénicos comprenden un grupo de enfermedades caracterizadas por episodios recurrentes y espontáneos de fiebre e inflamación sistémica, en ausencia de infección, anticuerpos o células T específicas para antígenos autocorrectivos propios. Estas afecciones se deben a mutaciones en genes que se codifican por proteínas que son claves en la regulación de la respuesta inflamatoria innata, estas afecciones se consideran primarias y son causadas por mutaciones en los genes conocida como inmunodeficiencias primarias.
Su naturaleza genética hace que la mayoría de estos trastornos inicien en la etapa de la niñez en algunos casos dentro de las primeras horas de vida y, con menos frecuencia, comienza en la edad adulta, ya que solo el 10% de los pacientes tendrán los primeros síntomas antes de los 30 años de edad. Las personas que padecen estas enfermedades tienen algún familiar de primer o segundo grado con síntomas similares.
Dentro de los DAI se encuentran los síndromes periódicos asociados a criopirina o CAPS, las cuales engloban un espectro de trastornos hereditarios raros, de herencia autosómica dominante (AD), con penetración variable, aunque también se han encontrado casos con penetración variable y hay otros casos con penetración de novo. Estos incluyen tres enfermedades, inicialmente descrita como entidades clínicas independientes:
· El síndrome autoinflamatorio familiar indicado por el frío
· El síndrome de Muckle – wells
· Síndrome crónico, infantil, neurológico, cutáneo y articular (CINCA)
Las enfermedades que comprenden los CAPS representan un espectro clínico de diferentes mutaciones con ganancias de función de un gen denominado NLRP3 o CIAS1 que codifica para la proteína criopirina, la cual tiene una importante función en el CIAS1 que codifica para la proteína criopirina, que tiene una importante función en el ensamblaje del complejo multiproteico molecular, llamado inflamasoma, por esto, estos desórdenes se conocen con el nombre de criopirinopatías.
El inflamasoma no es un orgánulo intracelular sino un complejo multiproteico de localización citosólica, no delimitado por ninguna membrana y dinámica en la medida en que sus componentes se acoplan y desacoplan en función de la presencia o ausencia de determinados estímulos.
Este complejo trabaja como una plataforma, cuya activación por diferentes estímulos provoca el clivaje autoproteolítico de la procaspasa -1 a caspasa – 1 activa, la cual, a su vez, convierte a la pro IL1β inactiva en la IL1 β madura activa la que es importante en la inflamación sistémica debido a su capacidad para inducir la expresión de un gran panel de genes proinflamatorios y actuar en varios órganos blancos.
Síntomas
Los síntomas de CINCA o enfermedad inflamatoria de inicio neonatal la más grave de las tres, genera fiebre con inflamación en múltiples órganos. Los síntomas precoces pueden incluir salpullidos sin comezón o inflamación de la membrana que envuelve al cerebro, lo que causa dolor de cabeza, ceguera o pérdida del oído, ojos saltones y episodios de vómito. Después del primer año de edad, la mitad de los niños con CINCA padecen dolor articular e inflamación.
El síndrome de Muckle – Wells se caracteriza por síntomas intermitentes como la dermatitis, enrojecimiento en los ojos, dolor en las articulaciones y dolor de cabeza con vómito, la sordera parcial o total y a menudo ocurre durante la adolescencia.Los episodios duran entre uno y tres días
En los pacientes con síndrome autoinflamatorio familiar por frío, la exposición al frío y posiblemente otros desencadenantes medioambientales producen sarpullido y urticaria. Otros síntomas podrían ser fiebre, escalofríos, náuseas, sed extrema, dolor de cabeza y dolor articular.
Diagnóstico
Los doctores sospechan de síndromes periódicos asociados a criopirina tras un examen físico y se pueden emplear una o varias pruebas para poder confirmarlo. Entre ellas:
· Biopsias del sarpullido cutáneo
· Examen de la vista
· Examen del oído
· Examen de la espina dorsal baja
· Imágenes de resonancia magnética de cerebro y oído interno.
Tratamiento
Investigaciones recientes muestran que los agentes biológicos que interfieren con la interleucina 1 son efectivos. Entre otros tratamientos hay fisioterapia, férulas para tratar las deformidades de las articulaciones, medicamentos antiinflamatorios no esteroides, corticosteroides o metotrexato para reducir los síntomas y poco frecuente se utiliza la cirugía para corregir las deformidades articulares.