El sistema inmunológico del cuerpo crea proteínas llamadas anticuerpos que protegen al organismo del virus, bacterias y otras sustancias extrañas llamadas antígenos. En una afección autoinmune como el lupus, el sistema inmunológico se confunde y no diferencia entre las partículas extrañas (antígenos) y las propias células o tejidos producen anticuerpos en contra de sí mismo. A estos anticuerpos se les conoce como auto anticuerpos y son los responsables de que se produzca esta afección.
En la actualidad se desconoce la causa exacta de este padecimiento, es probable que el elemento que pone en marcha la enfermedad sea un virus, pero al mismo tiempo se necesita una unión de elementos para que la enfermedad aparezca. Entre los factores que propician la aparición de la enfermedad se encuentran índices genéticos y hormonales.
Este padecimiento es más frecuente en las mujeres que los hombres, por cada nueve individuos que lo padecen 8 son mujeres, además, son más propensas las personas de raza negra y asiáticos. El lupus puede aparecer en cualquier edad, pero, en la mayoría de los casos, este se desarrolla a partir de los 17 años de edad.
Las primeras señales de alerta que deben tener en cuenta las personas es que se empiezan a cansar con facilidad, pierden peso inexplicablemente y desarrollan una fiebre prolongada que no se debe a ningún proceso infeccioso.
Los síntomas pueden sentirse en diferentes lugares del cuerpo como las articulaciones o músculos, el cerebro, los riñones, la piel, en forma de afecciones cutáneas, y el corazón.
El 90% de los pacientes con lupus tienen dolor e inflamación de las articulaciones (artritis) y músculos. Las articulaciones más afectadas son los dedos, las manos, las muñecas, los codos, las rodillas y los pies. Con frecuencia el dolor empeora tras el descanso nocturno y en la mañana siguiente el paciente puede experimentar rigidez articular. Muchas veces la artritis por lupus puede causar que las articulaciones se deformen y, a veces, esta suele tener similitudes con la artritis reumática.
La aparición de afecciones cutáneas es muy común en pacientes con lupus, la lesión más frecuente es el enrojecimiento y erupción de la piel en las mejillas y nariz.
El lupus hace que se inflamen órganos importantes como el corazón y los pulmones, esta inflamación comienza en la membrana de revestimiento de estos dos órganos, lo que hace que se origine pericarditis y pleuritis.
El riñón también es afectado por el lupus y causa una lesión leve en él, pero, por otro lado, el lupus siempre afectará a ambos riñones, por esta razón, no es una opción hacer algún tipo de operación sino buscar tratamientos para poder manejar la lesión.
El cerebro es el órgano más importante de nuestro organismo y resulta perjudicado por este padecimiento, aunque no se conoce con exactitud cómo el lupus puede afectarlo. La enfermedad puede manifestarse con síntomas como dolor de cabeza, depresión o momentos de hiperactividad y estos síntomas pueden ocasionarse por una leve inflamación en el cerebro.
En el caso de las infecciones el lupus hace que el paciente sea mucho más propenso a ellas, ya que esta enfermedad genera una predisposición a las infecciones.
El paciente que presenta esta afección podrá llevar una vida normal, manteniendo algunos hábitos saludables como mantener una dieta balanceada con alimentos bajos en grasas, sal y alto contenido de fibra y realizar actividad física pues esta es importante para prevenir la debilidad muscular.
En cuanto al tratamiento farmacológico, los especialistas recomiendan:
· Antiinflamatorios
· Corticoides
· Antipalúdicos
· Inmunosupresores
· Fármacos biológicos
Con base en lo anterior y teniendo en cuenta que el lupus es una enfermedad que afecta la respuesta inmune del cuerpo es recomendable llevar una vida sana, procurando ambientes sociales limpios, de poca congestión evitando el riesgo de contraer bacterias y virus.