Por: Redacción Artritis y Reumatología
La tendinitis de Aquiles es producida por una sobrecarga en el tendón del pie denominado Aquiles. Que es el encargado de unir los músculos de la pantorrilla de los pies, con el talón -hueso-.
Esta patología suele afectar a personas que practican deportes como el tenis. Aunque es mucho más frecuente en corredores, debido al gran esfuerzo que debe realizar la zona plantar durante las competencias.
El síntoma característico de la tendinitis de Aquiles es la inflamación y el dolor. Por lo general, este signo suele aparecer luego largos períodos de inactividad o después de realizar actividad física. Además, se puede presentar rigidez en la zona plantar y mayor sensibilidad al tacto.
Con el paso de los años el tendón de Aquiles suele debilitarse, pues es utilizado prácticamente todo el tiempo, para realizar actividades como caminar, correr, estar en pie. Por lo que las personas mayores son más propensas a sufrir de esta patología.
La buena noticia es que, en la mayoría de los casos esta patología puede ser tratada en casa. Los especialistas recomiendan realizar ejercicios de estiramiento, estos permiten devolver el rango de movilidad y liberar la tensión del tendón.
Diagnóstico y tratamiento
Para realizar el diagnóstico el médico en primera instancia hace una valoración no solo de la zona afectada, también de músculos, tendones y ligamentos de la pierna y el tobillo. Esto con el fin de descartar sea otro tipo de lesión.
Además se pueden requerir exámenes radiográficos como la resonancia magnética para corroborar el diagnóstico. Es importante que la tendinitis de Aquiles se trate de forma rápida y oportuna, pues puede llegar a provocar la ruptura del tendón y provocar graves complicaciones para caminar.
Para el tratamiento suele ser necesaria la intervención de un fisioterapeuta que guiará al paciente sobre los ejercicios que debe realizar. También pueden requerir el uso de instrumentos ortopédicos como plantillas para el calzado. En los casos de dolor intenso, el médico puede sugerir medicamentos para reducir la inflamación y el dolor.
¿Se puede prevenir?
La respuesta es sí. Puedes incluir en tu estilo de vida algunas actividades que te ayudarán a reducir la posibilidad de desarrollar esta molestia. Las más importantes son:
Realizar ejercicio: el ejercicio permite fortalecer toda la musculatura del cuerpo, para que sea capaz de sostener el peso del cuerpo y de esta forma evitar complicaciones. Recuerda que es necesario realizar estiramiento antes y después de cualquier actividad física.
Calzado cómodo: si practicas deportes de alta intensidad como el atletismo, debes escoger muy bien el calzado que vas a utilizar. Estos deben ser suaves y cómodos para que amortigue de forma correcta el impacto en el pie al correr.