La siringomielia es una enfermedad en la que se forma un quiste en la médula espinal. Esta bolsa contiene líquido en su interior y su presencia en esta zona puede generar dolor y rigidez; esta enfermedad suele manifestarse con más frecuencia en personas entre los 25 y 40 años de edad.
Las causas por las que se produce esta patología no son del todo claras. Los expertos creen que puede aparecer como consecuencia de otras enfermedades como la meningitis, lesiones o tumores en la médula espinal, malformación de Chiari, trastornos de nacimiento en la médula espinal.
Síntomas
Los signos de la siringomielia suelen aparecer progresivamente, por lo que en ocasiones puede ser difícil para el paciente detectar que se trata de una enfermedad y no de malestares generales. Algunos de los síntomas más frecuentes son:
- Pérdida de sensibilidad
- Atrofia, deterioro de los músculos
- Rigidez en brazos, espalda, hombros y piernas
- Escoliosis
- Dolor crónico en la espalda, cuello y brazos
- Debilidad muscular
Si esta enfermedad no es tratada a tiempo puede producir graves complicaciones de salud como dificultad para caminar o levantarse por sí mismo. Esto debido a la rigidez y debilidad de los músculos que podría llegar a generar una pérdida gradual de la movilidad.
Diagnóstico y tratamiento
Para realizar el diagnóstico el médico realizará una valoración física y evaluará los síntomas que presenta el paciente; además analizará tu historial clínico y antecedentes familiares. En caso de sospechar de siringomielia puede requerir algunos exámenes como: una tomografía computarizada o una resonancia magnética; estas le permitirán ver cualquier anomalía en la zona lumbar.
El tratamiento de esta patología depende de cada caso clínico. Es decir, depende de la gravedad y los síntomas del paciente. Cuando los casos son demasiado graves y la enfermedad es detectada en etapa avanzada es necesario que se realice una intervención quirúrgica que permite retirar el quiste que presiona la médula espinal y produce los síntomas anteriormente mencionados.
En caso de ser diagnosticada de forma temprana, puede ser tratada mediante controles constantes que permitirán al especialista ver la evolución de la enfermedad para decidir el tratamiento y evitar complicaciones.
