Esta enfermedad que afecta básicamente a la piel genera muchas dudas y preguntas, pues es algo que no es sencillo de resolver y hay que diagnosticarla bien.
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que padece alrededor de 3% de la población con un mayor porcentaje en las mujeres. Puede tener un componente genético ya que se calcula que alrededor del 30% de las personas con psoriasis en placas tienen algún antecedente familiar, pero hay que dejar claro que no es una enfermedad contagiosa.
A pesar de que afecta a un millón de personas en España puede aparecer en cualquier etapa de la vida, hoy en día sigue habiendo un desconocimiento en torno a la enfermedad, incluso entre quienes la padecen.
Aspectos como si es o no contagiosa, la existencia de diferentes tipos o los tratamientos más adecuados son en demasiadas ocasiones desconocidos.
La patología no cutánea más frecuente asociada a la psoriasis es la artritis psoriásica, una enfermedad de las articulaciones que produce dolor, inflamación y dificultad de movimiento de las mismas, por lo que si una persona tiene psoriasis y presenta dolor articular debe acudir a el dermatólogo o reumatólogo para diagnosticar y tratarla lo antes posible
Tipos de psoriasis que existen
La doctora Isabel Belichón, coordinadora del Grupo de Psoriasis de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) distingue los siguientes tipos de psoriasis:
· La más común es la conocida como psoriasis vulgar o con placas. Esta, puede aparecer en cualquier zona del cuerpo , aunque lo más habitual es que aparezcan en los codos, las rodillas, la zona lumbar, las uñas y el cuero cabelludo.
La extensión de las placas varían de un caso a otro y tienen como punto en común que producen picor, enrojecimiento y escamas blancas.
· La psoriasis inversa o invertida aparece en los pliegues donde hay una flexión, como por ejemplo las ingles, axilas o bajo los pechos. Las lesiones en este caso son brillantes y de apariencia húmeda y puede no presentar escamas. Este tipo de psoriasis puede ser muy dolorosa si hay. Fisuras e el interior del pliegue. Es más complicada de tratar ya que hay que limitar los corticoides en estas zonas y los tratamientos tópicos son de difícil aplicación.
· La psoriasis palmoplantar afecta casi exclusivamente a las palmas de las manos y las plantas de los pies. Las placas de este tipo suelen ser muy molestas, pican, duelen y en ocasiones sangran. A pesar de que la localización es más reducida es muy visible cuando afecta las manos y es muy molesta, lo que condiciona mucho la calidad de vida de quien la sufre.
· Psoriasis en gota, esta aparece en el cuerpo de forma irregular como si fuera una salpicadura. Es la que responde mejor a los tratamientos tópicos.
· La psoriasis pustulosa es la menos frecuente y la que puede ser más grave, puede aparecer en las manos , en los pies o puede ser generalizada.
Tratamiento más eficaz
Los fármacos biológicos son actualmente los más eficaces, lo habitual es aplicar tratamientos intermedios en función de la gravedad de la enfermedad. En este sentido, se suele realizar una escala terapéutica comenzando con un tratamiento tópico si la psoriasis no es ni grave ni extensa. A continuación se suele utilizar la fototerapia, especialmente, la ultravioleta B de banda estrecha , esta terapia debe utilizarse en el hospital.
El estrés, tanto físico como psicológico , puede desencadenar un brote. La enfermedad también se puede tratar con fármacos sistémicos clásicos, como metotrexato o ciclosporina, por último los fármacos biológicos como uno de los recursos más eficaces capaz de ofrecer al paciente una calidad de vida mejor. En estos casos se elige uno u otro en función de las características específicas de cada caso.
Apoyo psicológico
Además de los tratamientos mencionados, reducir el estrés, entre otras medidas, puede contribuir a aumentar la calidad de vida de las personas con psoriasis, no se puede olvidar que esta enfermedad está ligada a un importante rechazo social, por lo que el apoyo psicológico por parte de su entorno más cercano puede ser decisivo en su bienestar. En contrapartida, experimentar estrés, tanto psicológicos como físico, puede desencadenar brote de psoriasis