Cuando se tiene sequedad ocular debido a escasez en la secreción lagrimal, se manifiestan signos como la sensación de arenillas. Además, las secreciones filamentosas, borrosidad visual e –incluso- conjuntivitis.
Si se padece el síndrome de Sjögren (SS), otro asociado es el de ojo seco, también conocido como queratoconjuntivitis sicca o xeroftalmia. Aunque no necesariamente tiene que producirse. de hecho, 10 al 30% de la población padece de sequedad ocular sin tener SS.
Siempre es importante recibir un tratamiento crónico con una duración de por vida.
Lo cierto es que existen algunas medicaciones que agravan esta situación de ojo seco. Entre esos se encuentran los antihistamínicos, betabloqueantes, antiespasmódicos, diuréticos, relajantes musculares, diuréticos, antidepresivos, tranquilizantes, hipnóticos.
Por tanto, se debe evitar el uso de lentes de contacto y los ambientes donde haya aire acondicionado, humo de tabaco o motores. Lo ideal es que usemos gafas de sol y que aumentemos la frecuencia del parpadeo cuando estemos frente a una pantalla. También se recomienda el uso de lágrimas artificiales, geles y pomadas, indistintamente de si estas poseen o no conservantes.
Las compresas de agua caliente también son muy eficaces; así como las de manzanillas, las cuales deben ser ubicadas en nuestros párpados. El uso de toallitas húmedas es otra de las recomendaciones, puedes limpiar los párpados con ellas.
Si manifiestas alguno de los síntomas mencionados, te recomendamos que visites a tu médico habitual para un tratamiento farmacológico adecuado.