Por: Redacción Artritis Reumatología
La artritis reumatoide es uno de los tipos de artritis más comunes en la población. Se caracteriza por provocar inflamación en articulaciones como: los dedos de las manos, codos, tobillos, hombros o rodillas.
Cuando esta patología no es tratada, suele provocar protuberancias e incluso destruir la articulación. Desde hace años, se ha visto una alta incidencia de problemas vasculares en pacientes con artritis reumatoide. Sobre todo en aquellos casos en los que la enfermedad no ha sido controlada, debido a la falta de tratamiento.
Los problemas vasculares más frecuentes son:
- Reducción en la circulación arterial de las extremidades inferiores
- Formación de placas en las arterias carótidas y coronarias
Estas complicaciones vasculares pueden ser causantes del cansancio, los calambres y dolor en las piernas al caminar. Otros de los síntomas son dolor en el pecho, infarto cardíaco, eventos cerebrales, mareos o pérdida de fuerza.
Sin embargo, también pueden existir casos de pacientes totalmente asintomáticos o en los que los signos no son reconocidos. Como es el caso de los pacientes diabéticos, ya que estos no son reconocidos como pacientes de alto riesgo cardiovascular. En algunos casos los únicos factores de riesgo son la artritis reumatoide, obesidad y limitación en el rango de movilidad ya que pueden tener triglicéridos y azúcar normal en la sangre.
Dicho riesgo está directamente ligado al nivel de inflamación provocado por la artritis reumatoide, que además de afectar las articulaciones, inflama las arterias. Por esto es de suma importancia acudir al especialista si padeces de artritis reumatoide, para que el especialista te brinde orientación y un tratamiento para controlar la patología. De esta forma también se evitarán complicaciones asociadas a condiciones cardiovasculares.