Tu cerebro es verdaderamente la parte más asombrosa de tu cuerpo. Se le ocurren maneras creativas de expresar sus pensamientos y emociones, coordina movimientos desde cortar cebollas hasta correr en una carrera de obstáculos, almacena tus recuerdos más preciados de la infancia y resuelve el crucigrama del domingo.
Sin embargo, muchas personas no comienzan a pensar en su salud cerebral hasta que notan algunos cambios cognitivos o pérdida de memoria en sus 60 o 70 años. Lo cierto es que hay muchas cosas que puedes hacer para mantener tu cerebro lo más saludable posible a lo largo de tu vida. Según especialistas, las actividades intelectuales, la interacción social y, quizás lo más importante, las actividades físicas son útiles para mantener el cerebro en forma.
Corazón Sano
La estrategia más importante es trabajar con tu médico para mantenerte al tanto de tu salud cardiovascular. ¿Por qué? Resulta que la presión arterial alta, los altos niveles de colesterol, el tabaquismo y la diabetes aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas al impedir el flujo sanguíneo al cerebro.
Afecciones como la aterosclerosis pueden llevar a un accidente cerebrovascular isquémico, cuando se forma un coágulo de sangre en una arteria, cortando el suministro de sangre a una sección del cerebro. Eso puede causar daño cerebral temporal o incluso permanente.
Un estilo de vida saludable y activo contribuirá en gran medida a mantener el flujo sanguíneo y a evitar esos problemas.
Sueño de calidad
Una manera clave de mantener tu cerebro funcionando es apagarlo entre siete y nueve horas por noche. El sueño es la cosa más importante que puedes hacer para restablecer el cerebro, permitir que sane y restaurar la salud mental. Recientes investigaciones muestran que, durante el sueño, el cerebro elimina las toxinas llamadas beta-amiloides que pueden conducir a la enfermedad de alzhéimer y otras formas de demencia.
Cosas simples antes de ir a la cama
Haz una desintoxicación digital. Cumple con la misma hora para acostarte cada noche y apaga todos los aparatos electrónicos y las pantallas por lo menos treinta minutos antes de tocar la almohada.
Deshazte de tus preocupaciones. Anotar cualquier preocupación pendiente y una lista rápida de cosas que hacer para mañana ayudará a calmar tu cerebro. Si lo escribes con lápiz y papel, le dices a tu cerebro que no tiene que preocuparse por esas cosas mientras duermes.
Pasa un tiempo meditando. Cinco o diez minutos de meditación consciente no solo calmarán tu cerebro y harán que sea más fácil dormir, sino que se ha demostrado que la meditación reduce la ansiedad, la depresión, la fatiga y la confusión.
Mueve tu cuerpo
Caminar durante 30 minutos al día, tomar clases de baile o ir a nadar ayuda a mantenerte en forma, y también podría mejorar tu salud cognitiva.
El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo al cerebro. Y los estudios han demostrado que puede aumentar el tamaño del hipocampo, la parte del cerebro responsable de la memoria, que se encoge naturalmente a medida que uno envejece.
Come bien
Una dieta rica en ácidos grasos omega-3, baja en grasas saturadas, llena de los nutrientes que se encuentran en las verduras, junto con los granos enteros pueden ayudar a mantener tu cerebro saludable durante toda tu vida. Para muchas personas, esto significa seguir la dieta mediterránea, que enfatiza el pescado, las frutas y verduras, las nueces, el aceite de oliva y los aguacates, mientras que limita la carne roja.
Socializa
En lugar de ver Netflix o desplazarte por Facebook, pasa todo el tiempo que puedas con tus amigos. ¿Por qué? Cuando estás socializando, la sangre circula a varias partes de tu cerebro, mientras escuchas y formulas respuestas.
Además, cuando lo haces, es menos probable que te deprimas. La depresión puede dificultar el funcionamiento de tu cerebro.
Prueba cosas nuevas
Construir nuevas habilidades a lo largo de la vida: como cocinar, tocar un instrumento, incluso aprender las reglas de los nuevos juegos de cartas o viajar a una ciudad desconocida, ayuda a mantener el cerebro saludable al crear constantemente nuevas conexiones entre las células cerebrales.