La vitamina E ayuda con la lucha contra la artritis reumatoide, se encuentra en los aceites vírgenes prensados en frío de germen de trigo de maíz, de soja, de semillas de algodón, girasol, Olivia, cacahuete y sésamo. Los cereales, frutos oleaginosos (almendras, avellanas, pipas de girasol, nueces, cacahuetes), aguacates, frambuesa, mora, berzas, diente de león, espárragos, hinojo, pimientos y espinacas.
La artritis reumatoide es una enfermedad que afecta al 60% de las mujeres entre 20 y 45 años, esta afección produce inflamación crónica de las articulaciones, provoca dolor, rigidez y pérdida del funcionamiento de las articulaciones y pérdida de calidad de vida de quien la padece.
Actualmente el tratamiento varía según el paciente y se han encontrado diferentes estudios que comprueban que el uso de vitaminas ayuda a controlar los efectos de la enfermedad. Por esto expertos aconsejan aumentar la ingesta de vitamina E a los que la padecen ya que tienen un alto poder antioxidante por lo que también ayuda a frenar las consecuencias del envejecimiento.
Los especialistas advierten que el mayor consumo de esta vitamina no debe reemplazar los tratamientos convencionales con la artritis, pero si puede complementar pues ayuda al paciente a disminuir su consumo de antiinflamatorios.
Entre sus propiedades beneficiosas destaca que ayuda en la buena oxigenación de todos los tejidos, protege a otras vitaminas como el complejo B y C, se opone a la formación de trombos, favorece la formación de colesterol bueno, ayuda a bajar la presión sanguínea elevada, protege el organismo de los efectos nocivos de contaminantes, mejora la capacidad de defensa frente a infecciones, aumenta la resistencia física y previene la fatiga. Según expertos cuando tenemos déficit de vitamina E existe la posibilidad de sufrir arteriosclerosis, ataques cardíacos, úlceras gástricas e incluso cáncer.
Las vitaminas y minerales que son más comunes en el día a día de un paciente con artritis reumatoide. En los últimos años, la industria alimenticia creciente ha ido fortaleciendo sus productos, agregando nutrientes como vitaminas antioxidantes A, C y E; vitaminas B productoras de energía y los generadores de huesos calcio y vitamina D. Si la dieta cumple con la mayoría de requerimientos minerales y vitamínicos no es necesario tomar suplementos, aunque, un multivitamínico no hace daño si lo requiere. Es importante hablar con el médico o nutriólogo sobre sus necesidades específicas.