El lupus no tiene cura pero con el control adecuado se pueden mantener a raya los brotes y para ello es clave evitar los desencadenantes como el tabaco e insistir en hábitos saludables como el ejercicio y la dieta que ayudan a reducir los síntomas.
Se la conoce como la enfermedad de las mil caras porque puede dar múltiples síntomas. El lupus es una patología multisistémica porque puede afectar a varios órganos y sistemas a la vez y es también un trastorno autoinmune porque es el propio sistema inmunitario el que origina el daño al atacar células sanas del cuerpo. En función de las células que ataque los síntomas serán unos u otros.
Se trata de una manifestación en forma de brotes con lo que no queda más opción que prevenirlos o tratar los síntomas cuando surgen.
De hecho, entre un 80 y un 90% de las personas que sufren lupus pueden realizar una vida normal si lleva un estricto control de la enfermedad.
Qué ocurre en una enfermedad autoinmune
En el maro del XII Curso de Lupus Eritematoso Sistémico (LES) y Síndrome Antifosfolípido (SAF) organizado por la Sociedad Española de Reumatología, los especialistas han puesto de relieve los factores que actúan como desencadenantes de brotes y los hábitos protectores que logran frenar los síntomas.
Factores que actúan como desencadenantes
Hay varios tipos de lupus, pero el más común es el lupus eritematoso sistémico. Afecta a un 0,1 de la población, lo que supone unos 75.000 afectados en España.
Entre sus causas, se sabe que influye la genética y que hay factores que actúan como activadores de la enfermedad.
– Los infecciones
– Los cambios hormonales
– La radiación ultravioleta
– El tabaco
– La dieta
El efecto en cascada del tabaco
Fumar es sumamente perjudicial para un apersona con lupus porque complica y acelera la aparición de muchos de los efectos dañinos de la enfermedad:
– Aumenta el riesgo de infecciones: las infecciones, sobre todo las respiratorias, actúan como desencadenantes de brotes, pero es que además el tabaco multiplica aún más el riesgo de contraer este tipo de infecciones, en especial el de neumonía y bronquitis crónica.
– Más problemas digestivos: fumar tiene efectos perjudiciales en todas las partes del sistema digestivo, contribuyendo a trastornos comunes como la acidez.
– Favorece los problemas de piel y la pérdida de cabello
– Aumenta el daño ocular que puede provocar el lupus
Protegerse de la luz ultravioleta
“La luz ultravioleta exacerba el curso de la enfermedad y promueve brotes cutáneos y sistémicos, de ahí la importancia de la fotoprotección en pacientes con LES, ya que hay evidencia amplia en cuanto a mejoría de síntomas cutáneos”, ha asegurado el doctor Tarek Salman, reumatólogo del Hospital del Mar en Barcelona.
El especialista aconseja:
– Usar gorras, gafas de sol y crema de protección solar
– Evitar las cabinas de bronceado
– Consultar con el reumatólogo si alguno de los fármacos que está tomando puede tener efectos adversos por la exposición solar.
Beneficios del ejercicio físico
La experiencia ha demostrado que el ejercicio aeróbico en los pacientes con lupus eritematoso sistémico mejora:
– Los problemas articulares y los dolores musculares
– Las afecciones de la piel
– La fatiga
– La ansiedad y la depresión
– El sueño
Es cierto que respecto al ejercicio no hay evidencia en la literatura científica en cuanto a mejoría en la activad del lupus ni el daño acumulado, porque los estudios no tienen el seguimiento necesario para poder tener resultados significativos en esta área, pero lo que sí es verdad es que el ejercicio mejora la calidad de vida del paciente.
Efecto protector de la dieta
De lo que sí hay evidencia científica es que una dieta baja en grasas evita el sobrepeso y reduce el colesterol total, además de mejorar la fatiga en pacientes con lupus.
“Varios trabajos señalan que una dieta rica en ácido grasos poliinsaturados Omega 3 mejora marcadores que evalúan la actividad y el daño que provoca la enfermedad, así como la función respiratoria, neuromotora y musculoesquelética en los pacientes con lupus” afirma el doctor salman.
Además, también se ha demostrado que el lupus es una arteriosclerosis precoz, causante de muchos accidentes vasculares en personas jóvenes como infartos, ictus, etc. Por lo que es fundamental intentar inculcar unos hábitos de vida saludables a los pacientes.
Riesgo cardiovascular del lupus
Los pacientes con lupus tienen un mayor riesgo cardiovascular, en especial aquellos con afectación renal o en los que además coexisten otros factores de riesgo cardiovascular clásico, como la hipertensión, el consumo de tabaco o la diabetes mellitus.
Un mal control de la enfermedad, con un abuso de glucocorticoides, también contribuye a incrementar el riesgo. Por eso, se insiste, es importante tener hábitos de vida saludables que mantengan los factores de riesgo cardiovascular bajo control.