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EL 70 % de las personas no sabe que la osteoporosis puede ser genética

La osteoporosis tienen una importante carga genética, pero se suele pensar que se trata de una enfermedad propia del envejecimiento que poco se puede hacer por evitar. Conocer si tiene predisposición a sufrirla es clave para insistir  de forma temprana en los hábitos de vida que ayudan a frenar.

La osteoporosis es una de las 10 enfermedades crónicas más frecuentes en todo el mundo. A pesar de su alta incidencia todavía existe un gran desconocimiento sobre ella.

El estudio STADA Health Report 2020 revela que solo el 26% de los españoles y un 22% de los europeos sabe que la osteoporosis puede deberse a una predisposición genética.

En realidad, la creencia que persiste en la sociedad es que la osteoporosis, la pérdida de masa ósea que puede provocar fracturas y los andares encorvados propios de la edad avanzada, es una enfermedad propia del paso de los años que difícilmente se puede evitar.

La carga genética de la osteoporosis

El hueso es un tejido vivo que está en constante regeneración. El organismo destruye y construye hueso sin cesar. El problema es que a partir de los 40 años la pérdida supera a la renovación, pero eso no quiere decir que se esté ante la antesala de la osteoporosis.

Todo dependerá de factores internos como nuestra reserva ósea, si tenemos poca o mucha masa ósea. Los factores externos también influyen y tienen un efecto preventivo como la práctica de ejercicio, dieta rica en calcio, vitamina D.

Son los factores internos donde la genética tiene un papel clave entre un 50 y un 70% de la masa ósea se debe a factores hereditarios.

Genes que dan o quitan hueso

Son muchos los genes o variantes genéticas que influyen en que tenga más o menos riesgo de sufrir osteoporosis:

–   Genes que tienen una función endocrino-metabólica o estructural del hueso.

–   Genes que afectan a la proliferación de los osteoblastos .En la construcción y destrucción de hueso intervienen dos tipos de células: osteoblastos que son constructores de hueso nuevo y osteoclastos que son destructores de hueso viejo, ambas células trabajan en equilibrio para construir masa ósea.

–   Genes que directamente provocan una pérdida de tejido óseo.

Realizar un estudio de todos ellos sería complejo, pero sí hay factores que pueden hacer sospechar sobre la calidad y resistencia de sus huesos. Así pues, tienen más riesgo de osteoporosis si :

–   Los padres o familiares cercanos han sufrido la enfermedad.

–   Sus huesos son delgados, en este caso, su reserva ósea es menos y la pérdida propia de la edad le dará más problemas que a una persona que parte de una mayor densidad ósea.

–   En cas de menopausia precoz: los estrógenos participan en la correcta generación de hueso. Su descenso se relaciona con un aumento de la actividad de los osteoclastos.

–   Haber tenido una fractura podría ser una señal de huesos frágiles.

Prevenir la predisposición genética a perder hueso

La osteoporosis es una enfermedad muy femenina. El 80% de las personas que la sufren son mujeres, quizá por eso son las que están mejor informadas. Según el STADA Report 2020, el 26 % de las europeas están mejor informadas sobre su predisposición genética que los hombres con un 19%.

Conocer esa vulnerabilidad es clave para adoptar medidas preventivas que ayuden a frenar la pérdida temprana de hueso

Hacer ejercicio con cierto impacto: hay una células en el tejido óseo, los osteocitos, que actúan como sensores y son capaces de transformar el estímulo físico, por ejemplo, un salto, en una señal para formar hueso e impedir su pérdida, por eso el ejercicio es el mejor aliado para mantener ese pico máximo de masa ósea al que se ha llegado  alrededor de los 35 años y mantenerlo a lo largo de la vida.

Tomar el calcio que se necesita: es necesario para la mineralización del hueso. Debe asegurarse entre 1.000 y 1.200 mg al día a través de la dieta.

Exponerse al sol 20 minutos al día sin protección solar. El 90% de la vitamina D del organismo se sintetiza a través del contacto de la piel con los rayos solares y esta vitamina, que en realidad es una hormona, es esencial para la absorción intestinal del calcio y su fijación en el hueso.

Estos tres consejos deberían ponerse en práctica toda la vida y en especial si tiene predisposición genética a sufrir osteoporosis.