Actualmente, hay muchas investigaciones abordando el área del lupus, se habla de aproximadamente más 550 ensayos clínicos de los que se está evaluando la eficacia de medicamentos que modulan o suprimen el sistema inmunológico, sin embargo, esto puede representar un problema de inmunosupresión en el paciente.
Actualmente, hay muchas investigaciones abordando el área del lupus. Se habla de aproximadamente más de 550 ensayos clínicos, de los que se está evaluando la eficacia de medicamentos que modulan o suprimen el sistema inmunológico. Sin embargo, esto puede representar un problema de inmunosupresión en el paciente.
Para aclarar este argumento, nos acompañó el doctor Luis M. Vilá, director de la División de Reumatología, Alergia e Inmunología del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, quien durante la entrevista con la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP) se enfocó en el lupus eritematoso sistémico exponiendo, entre otras cosas que, es en este tema donde hay mayores avances en el área de la genética y aquellos factores ambientales que pueden incidir en la enfermedad, además de los agravantes que están asociados a un pronóstico más serio en los que padecen de lupus y aumento de la mortalidad.
Escuche aquí la entrevista completa:
En cuanto a medicamentos, el galeno explica que son muy pocos los aprobados por la FDA, y que se han utilizado otros que se manejan también en áreas de trasplante para tratar a estos pacientes.
Lo anterior ha dado como resultado que la mortalidad de las personas con lupus a largo plazo sea menor, comparada con la de hace 20 años.
“Somos conscientes que esta enfermedad y los tratamientos que suministramos compromete el sistema inmunológico, así que las complicaciones que tienen no necesariamente son de la condición, sino de la inmunosupresión, hablando precisamente de las infecciones”, aclaró el director de la División de Reumatología, Alergia e Inmunología
La infección en pacientes con lupus, el mayor reto para los reumatólogos
El doctor Vilá expuso que, en un espacio de ocho años fueron estudiados 202 hospitalizaciones del Hospital Universitario del Centro Médico, donde el 44% de los pacientes admitidos de lupus fue por infección seria como infecciones de orina, de piel, respiratorias, entre otras, y de esos pacientes se compararon con aquellos que fueron admitidos por una reactivación de la enfermedad y, quienes estaban por infección tenían seis veces más probabilidades de fallecer que aquellos que iban remitidos por una reactivación de la enfermedad.
“La infección sigue siendo una parte muy importante en la morbilidad y mortalidad de estos pacientes. Se ha vuelto un reto muy importante para nosotros como reumatólogos que siempre tratamos de crear un balance entre la inmunosupresión que causamos y tener un control de la enfermedad realmente adecuado”, comentó.
Hidroxicloroquina y cloroquina
Estos inmunomoduladores se usan desde hacía varias décadas para tratar el lupus, aunque el más utilizado es la hidroxicloroquina por su perfil de seguridad superior. Se ha comprobado científicamente que el uso de hidroxicloroquina y cloroquina ejerce efectos antivirales directos sobre varios virus, incluyendo los flavivirus, retrovirus y coronavirus.
En un estudio realizado en más de 100 pacientes con pulmonía por COVID-19, la administración de cloroquina (500 mg dos veces al día por 10 días) fue eficaz en controlar las manifestaciones pulmonares y acortar el periodo de la enfermedad. Además, en un estudio in vitro, cloroquina demostró ser eficaz en controlar el SARS-CoV-. Sin embargo, hidroxicloroquina fue mucho más potente en inhibir el SARS-CoV-2.
Basado en modelos farmacocinéticos, los autores recomiendan la siguiente terapia con hidroxicloroquina para pacientes con COVID-19: dosis inicial de 400 mg dos veces al día por un día, seguido de un mantenimiento de 200 mg dos veces al día por 4 días.
Micofenolato mofetilo, azatioprina, y tacrolimus
Estos inmunosupresores se utilizan principalmente para pacientes con lupus moderado a severo, particularmente para aquellos con nefritis lúpica. Al igual que hidroxicloroquina y cloroquina, estos medicamentos han demostrado propiedades antivirales contra distintos coronavirus.
La susceptibilidad de MERS-CoV con diferentes productos de IFN (IFN-a2b, IFN-?, IFN-universal, IFN-a2a e IFN-ß), así como la ribavirina y el ácido micofenólico(profármaco de micofenolato mofetilo) se evaluaron in vitro(10). De todos los IFN evaluados, IFN-ß mostró la inhibición más fuerte de MERS-CoV. La ribavirina no inhibió la replicación viral. Por otro lado, el ácido micofenólico mostró una fuerte inhibición de MERS-CoV.
La proteasa similar a la papaína (PL (pro)) de MERS-CoV representa un objetivo antiviral importante, ya que es esencial para la maduración viral y también antagoniza la estimulación por interferón del huésped a través de su actividad de desubiquitinación. En experimentos in vitro, 6-mercaptopurina y 6-tioguanina (metabolitos de azatioprina), así como el ácido micofenólico, inhibieron MERS-CoV PL (pro).