La osteoartritis es la forma más común de artritis en todo el mundo y afecta a más de 300 millones de personas. Esta afección causa un dolor considerable, limitaciones funcionales y discapacidad en los pacientes.
El dolor que experimentan los pacientes con osteoartritis de rodilla cambia es algo que estos pacientes no soportan, las personas experimentan principalmente dolor relacionado con el peso, como trotar y subir escaleras. Con el tiempo, el dolor se vuelve más persistente y puede estallar de manera impredecible.
Para entender mejor por qué ocurre este cambio en la experiencia del dolor los investigadores de las escuelas de Medicina de la Universidad de Boston (BUS) y Salud Pública revisaron los datos del Estudio Multicéntrico de osteoartritis sobre la experiencia de dolor de 2.794 adultos mayores con o en riesgo de padecer osteoartritis de rodilla.
Descubrieron que las personas con mayor sensibilidad al dolor tenían más probabilidades de sufrir un dolor constante e imprescindible, en lugar de sólo un dolor intermitente. Este estudio ha identificado por primera vez un posible mecanismo subyacente en el sistema nervioso que es responsable de que las personas experimenten diferentes patrones de dolor con la osteoartritis de rodilla.
El autor principal Tuhina Neogi, profesor de medicina y epidemiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, afirma “nuestros hallazgos respaldan la relevancia clínica de los mecanismos neurobiológicos que afectan la experiencia del dolor, sino también si el dolor es intermitente o constante y si el dolor es impredecible” concluye.
Al comprender los diferentes mecanismos que contribuyen a la experiencia de dolor de la osteoartritis de rodilla, los proveedores de atención médica pueden comenzar a personalizar el tratamiento del dolor para cada paciente. Es decir, si un paciente es sensible al dolor, pueden ser útiles las terapias que pueden alterar esas vías de señalización del sistema nervioso. Esto mejoraría el actual enfoque de “talla única” en el que el paciente comienza con el mismo tratamiento y luego pasa a otro si el primer enfoque no funciona.
“Comprendiendo estos mecanismos, determinando las formas de identificar esos mecanismos en la clínica y desarrollando tratamiento para atacar estos mecanismos podemos proporcionar mejores opciones de manejo a los millones de personas en todo el mundo con osteoartritis” finaliza el doctor Neogi