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La estimulación del nervio vago muestra una reducción significativa de los síntomas de artritis reumatoide

Un estudio piloto presentado por el Congreso Europeo Anual de Reumatología (EULAR 2019), sugirió que la electroestimulación de uno de los nervios que conectan el cerebro con el cuerpo que se le conoce como el nervio vago, podría proporcionar un nuevo enfoque de tratamiento para los pacientes con artritis reumatoide.

“Este es un desarrollo muy emocionante. Para muchos pacientes que sufren de artritis reumatoide, los tratamientos actuales no funcionan o no son tolerados” afirma el profesor Thomas Dorner, presidente del Comité del programa Científico de EULAR. “Estos resultados abren la puerta a un nuevo enfoque para tratar no sólo la artritis reumatoide sino también enfermedades inflamatorias crónicas. Esta es ciertamente un área que debe ser estudiada más a fondo”.

El nervio vago es uno de los más largos y complejos de los 12 pares de nervios craneales que son los que se originan en el cerebro. El nombre “vago” viene de la palabra latina que significa “errante”, esto se debe a que el nervio vago se desplaza desde el cerebro hasta los órganos del cuello, el pecho y el abdomen.

Los nuevos avances en la neurociencia y la inmunología han atrasado circuitos en el cerebro que regulan las respuestas inmunológicas. En uno de los circuitos, el reflejo inflamatorio transmite señales al nervio vago que inhiben la producción de citoquinas, incluido el factor de necrosis tumoral (TNF), una molécula inflamatoria que es un objetivo terapéutico importante en la artritis reumatoide. Se cree que con la estimulación activa del reflejo inflamatorio se puede modular las respuestas inmunitarias innatas sin abolirlas ni producir una inmunosupresión significativa.

En el estudio piloto se implantó un novedoso neuroestimulador llamado MicroRegulador en 14 pacientes con artritis reumatoide que no habían obtenido resultados satisfactorios después de los  con los tratamientos biológicos o terapias orales específicas con diferentes mecanismos de acción. Estos pacientes fueron asignados en tres grupos al azar que aceptaron de buena o mala manera el tratamiento  de placebo, estimulados una vez al día o estimulados cuatro veces al día durante 12 semanas. Al finalizar el estudio los pacientes que recibieron estimulación una vez al día demostraron tener una mejor respuesta que los que recibieron cuatro veces al día.

Las citoquinas que son amplias y sueltas de pequeñas proteínas, relevantes para la señalización celular, también se midieron en el estudio. Los grupos activamente estimulados mostraron una disminución de más de 30% en los niveles de interleucina (IL) 1β, IL-6, y TNF-α. Esta implementación y estimulación fueron toleradas sin ningún tipo de dispositivo o AEE relacionados con el tratamiento y dos eventos adversos relacionados con la cirugía que se resolvieron sin efectos clínicamente significativos.

“Nuestro estudio piloto propone que este novedoso dispositivo MicroRegulador es bien tolerado y reduce los signos y síntomas de la artritis reumatoide” dijo Mark Genovese M.D, James W. Raitt Endoed profesor de medicina de la Stanford University, Stanford, California, USA. “Estos datos apoyan el estudio más amplio, controlado por placebo, como un novedoso enfoque de tratamiento para la artritis reumatoide y posiblemente otras enfermedades inflamatorias crónicas”.

Este estudio es la continuación de un estudio de prueba de concepto en el que se usaron estimuladores de epilepsia reprogramados en el nervio vago para demostrar la reducción de la inflamación sistémica y mejora la actividad de la enfermedad en 17 pacientes con artritis reumatoide.

En este estudio participaron 14 pacientes con artritis reumatoide activa que no había demostrado una respuesta satisfactoria a los tratamientos medicamentos antirreumáticos modificadores de enfermedades biológicas (DMARD) o inhibidores de la JAK con más de dos  qué de metotrexato. Los primeros tres pacientes fueron implantados y estimulados después de tres semanas, después de la aprobación de la junta de revisión de seguridad, los 11 pacientes restantes fueron implantados y asignados al azar a un minuto de estimulación al día, un minuto de estimulación cuatro veces al día o un minuto de estimulación placebo.