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Artritis reumatoide y riesgo de infecciones

Artritis reumatoide y riesgo de infecciones

Cómo reducir la frecuencia y la gravedad de las infecciones

Los médicos saben desde hace mucho tiempo que las personas con artritis reumatoide (AR) tienen mayor riesgo de infecciones, que pueden oscilar desde leve hasta amenazar la vida. Los problemas con el sistema inmunológico son parcialmente culpables. No obstante, otros factores, como la edad, la salud general, el medio ambiente, ciertos hábitos de vida y hospitalizaciones también  pueden acrecentar la susceptibilidad a una infección.

Los medicamentos que ayudan a combatir el comportamiento rebelde del sistema inmunológico de la AR también pueden debilitar las defensas del cuerpo. “Es una línea muy fina: deseamos tratar la enfermedad del paciente, pero sin causar complicaciones”, explica la doctora Leslie Harrold, reumatóloga y epidemióloga de la Facultad de Medicina de Massachusetts en Worcester.

Estos factores pueden causar infecciones oportunistas, generando estragos en quienes tienen AR. Sin embargo, un manejo cuidadoso de los fármacos y hábitos producen ayudar a reducir el riesgo o minimizar la gravedad de las infecciones.

¿ Cuán grande es el riesgo?

Investigaciones que datan de los años 50 indican que los pacientes de AR manifiestan más infecciones que los individuos sin la enfermedad. Los pacientes de la doctora Harrold tienden a presentar infecciones leves, como el resfriado común. Empero, las infecciones graves se asocian a una de cada cuatro muertes entre las personas con AR, según los Centros para Control y Prevención de Enfermedades(CDC) una infección grave es aquellas que requieren antibióticos intravenosos u hospitalización o que resulta fatal, algunas son neumonía, infecciones de estafilococo y sepsis.

El mayor riesgo de infección en la AR pueden deberse en parte a una disminución en el número y la actividad de los leucocitos disponibles para atacar a los invasores. Además, el sistema inmunológico del paciente con AR está debilitado y es menos capaz de reconocer gérmenes. Algunas investigaciones sugieren que estos pacientes pueden dejar de movilizar defensores importantes, llamados linfocitos T tan eficientemente como quienes no tienen AR.