Por: Redacción Artritis y Reumatología
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica que se caracteriza por la inflamación, dolor y rigidez en las articulaciones. Suele afectar zonas del cuerpo como las muñecas, las rodillas y la cadera.
Además de afectar las articulaciones puede afectar directamente a distintos órganos como el corazón, el riñón y el pulmón. En esta ocasión hablaremos sobre el impacto que tiene en el pulmón, este órgano se ve seriamente afectado por la enfermedad y causan mayor mortalidad en los pacientes que la padecen.
Según el Dr. Edwin Alicea, especialista en medicina interna y subespecialista en neumología y enfermedades del sueño, la artritis reumatoide puede afectar el pulmón de diferentes formas: “enfermedad pulmonar intersticial (EPI), pleuritis, derrame pleural, nódulos reumatoideos asociados o no a neumoconiosis (síndrome de Caplan), obstrucción de vías aéreas, vasculitis, hipertensión pulmonar (HTP), afectación de la pared torácica y músculos respiratorios”
Una de las enfermedades asociadas más comunes es la enfermedad pulmonar intersticial, esta se produce con más frecuencia en hombres que en mujeres. El Dr. Alicea asegura que la gran mayoría de las enfermedades pulmonares asociadas a la artritis reumatoide se producen en los primeros 5 años desde el comienzo de la enfermedad.
Las manifestaciones de la enfermedad pulmonar intersticial no tienen una caracterización exacta, las más frecuentes son la falta de aire y la tos seca. El diagnóstico se puede realizar basado en los síntomas del paciente, pruebas serológicas, hallazgos radiográficos y en algunos casos puede ser necesaria una biopsia para obtener tejido pulmonar y hacer estudios histológicos.
La artritis reumatoide tiene múltiples enfermedades asociadas, por lo que es importante que ante cualquier síntoma de alerta acuda al médico para que evalúe su situación y de esta manera evitar complicaciones.