La orbitopatía tiroidea es un tipo de artritis poco conocido y del cual hasta hace un tiempo no había tratamiento, es la cual tiene mayor prevalencia en mujeres que sufren hipertiroidismo. Esta condición se desarrolla en poco tiempo causando inflamación ocular que transfigura el rostro y los gestos, generando una permanente expresión de “susto”, empujando los ojos fuera de su cavidad normal.
“La edad más común en la que se presenta esta anomalía tiene un rango bastante amplio, se evidencia entre los 20 y 70 años”.
Esta enfermedad artrítica ocular, por lo general se evidencia en países desarrollados, en Europa se diagnostican al menos cuatro mil casos al año. Una característica importante de esta patología: si no se trata con el tratamiento oportuno, podría tardar hasta 15 años para revertir los efectos y síntomas de la misma.
El tratamiento más común que se implementaba para esta condición, era la ingesta de altas dosis de cortisona, medicamento que no rendía frutos para contrarrestar los síntomas. El oftalmólogo español José Vicente Pérez, estuvo desde el 2008 en busca de un inhibidor para una de las proteínas causantes de la mencionada inflamación y después de una insólita llamada, lo logró.
Una colega suya que padecía orbitopatía tiroidea, se inyectó un medicamento que el doctor Pérez le recomendó para la artritis reumatoide juvenil y después de 4 meses, la enfermedad había desaparecido por completo y el rostro de la médica había vuelto a ser el de antes.
El doctor Pérez Moreira comenzó con una investigación en ocho hospitales de España para encontrar si este medicamento era la cura para los ojos saltones causados por la orbitopatía tiroidea. Esta estrategia sirvió para que el Gobierno español realizará un proyecto de investigación en el 2012, el cual evidenció grandes y asombrosos hallazgos; después de suministrar el tratamiento entre 4 y 7 meses, un 95% de los casos se resolvieron sin cirugía.
El oftalmólogo ha aplicado este medicamento en al menos 200 pacientes y los resultados siguen siendo positivos, este hallazgo también se está desarrollando en Estados Unidos. El doctor Pérez afirmó en entrevista con la Agencia ABC, que: “En Estados Unidos llevan tres años usándolo y todas sus comprobaciones me han dado la razón. En pocos meses se ven los resultados y las operaciones han quedado limitadas a un 30% de los casos… Es un descubrimiento mundial, de suma importancia”.
El precio del nuevo tratamiento oscila entre los 4.000 y los 7.000 euros; un coste «alto» que evita muchas cirugías.
Redacción Artritis y Reumatología