Los pacientes con artritis reumatoide son más propensos que la población con cáncer de fallecer por la enfermedad. Un estudio de Arthritis & Rheumatism afirma que no se sabe concretamente por qué los pacientes son tan vulnerables a morir por la enfermedad tumoral.
En una reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, en San Francisco, se estableció la relación entre el cáncer y las enfermedades autoinmunes, al comprobar que el tejido precanceroso murino las células responden a un ataque inmune favoreciendo así el desarrollo tumoral.
El estudio realizado por Jarrod Franklin, de la Unidad de Investigación Epidemiológica de la Universidad de Manchester (Reino Unido), es el primero en estudiar si los pacientes con artritis reumatoide que presentan cáncer tienen menos probabilidades de sobrevivir.
En este estudio se examinaron 2105 pacientes que habían sido diagnosticados con poliartritis inflamatoria, en su gran mayoría esta enfermedad evoluciona a la artritis reumatoide. El seguimiento de estas personas demostró que 123 de ellas padecían cáncer. Los tumores identificados fueron de hueso, pulmón, mama, próstata, colon, aparato urinario, cerebro, aparato digestivo, respiratorio y el sistema nervioso central y los tumores de aparición más común fueron los linfomas.
Después de hacer la comparación entre los pacientes y la población general de Reino Unido, afectada por tumores similares, los resultados arrojaron un 40% de aumento en la mortalidad de los pacientes que sufrían poliartritis inflamatoria o artritis reumatoide y cáncer.
“La supervivencia en cáncer a los cinco años en pacientes con la enfermedad autoinmune está sustancialmente reducida comparada con la de la población general” concluyen Arthritis & Rheumatism
La artritis reumatoide afecta los tejidos linfáticos, el linfoma es un tipo de cáncer que provoca una inmunidad debilitada para el organismo y afecta los ganglios linfáticos. Los glóbulos blancos, en especial el plasma, no pueden terminar su misión de localizar y destruir antígenos o sustancias extrañas debido a los linfocitos malignos o linfomas que dividen y agrandan los ganglios linfáticos u otros órganos como el estómago o los intestinos.
Los linfomas se presentan más en los hombres mayores de 60 años, mientras que la artritis reumatoide afecta principalmente a las mujeres. Al tratar de determinar una conexión entre estas dos enfermedades podemos descubrir fácilmente que los riesgos para una persona de tener ambas enfermedades son bajos.
En investigaciones adicionales científicos concluyeron que los pacientes con artritis reumatoide tienen la probabilidad de desarrollar un linfoma, sus posibilidades crecen con la etapa de la enfermedad. Para las personas con AR de bajo grado, el riesgo de desarrollar linfoma no es tan alto, pero para los que tienen un nivel moderado de la AR las posibilidades de desarrollar este tipo de cáncer son muy altas.
Aunque las dos enfermedades, la artritis reumatoide y el linfoma,son enfermedades diferentes ambas afectan los tejidos y detienen a los glóbulos blancos para cuidar el sistema inmunológico por eso es importante que los pacientes con AR moderada o grave hablen con su especialista, que puede ayudarlos a prevenir la aparición de linfoma.