La esclerodermia puede ser una enfermedad localizada o una enfermedad que afecta todo el cuerpo. Cuando afecta todo el cuerpo se llama esclerosis sistémica o esclerodermia sistémica. La esclerodermia es una enfermedad crónica degenerativa causando el desarrollo anormal de los tejidos conectivos que afecta a las articulaciones, la piel y los órganos internos. A menudo se asocia también con alteraciones de los vasos de la sangre.
Se piensa que la esclerodermia es una enfermedad autoinmune, significando que el sistema inmune ataca a sí mismo. A pesar de que los genes juegan un papel en la enfermedad, no se transmite de padres a hijos. Además, factores ambientales desconocidos pueden desempeñar un papel.
¿Cuáles son los síntomas de la esclerodermia?
La esclerodermia puede llevar a la cicatrización de la piel, las articulaciones y los órganos internos. A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la esclerodermia. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes:
- Engrosamiento e hinchazón en las puntas de los dedos de las manos.
- Dedos pálidos y con hormigueos que pueden entumecerse si se exponen a bajas temperaturas o cuando la persona está emocionalmente alterada (es el denominado fenómeno de Raynaud).
- Dolor de las articulaciones.
- Piel tirante, con brillo y más oscura en zonas amplias como la cara, que pueden dificultar los movimientos.
- Aparición de arañas vasculares.
- Abultamientos de calcio en los dedos de las manos o en otros huesos.
- Crujido de las articulaciones inflamadas al moverse.
- Dedos de las manos, muñecas o codos congelados (inmóviles) debido a cicatrización de la piel.
- Úlceras en las puntas de los dedos y los nudillos.
- Cicatrización del esófago, que provoca pirosis (acidez) y dificultad para tragar.
- Cicatrización de los pulmones, resultando en falta de aire.
- Insuficiencia cardiaca y frecuencias cardiacas anormales.
- Enfermedad de los riñones.
Los síntomas de la esclerodermia pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico
¿Cómo se diagnostica la esclerodermia?
Además de una historia medica completa y un examen físico, diagnóstico de la esclerodermia generalmente se realiza basándose en las alteraciones de la piel y los órganos internos. Un examen de anticuerpos puede ayudar a identificar de qué tipo de esclerodermia se trata.
Tratamiento de la esclerodermia
El tratamiento específico para esclerodermia será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
- Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
- Que tan avanzada está la condición.
- Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
- Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
- Su opinión o preferencia.
El tratamiento puede incluir:
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos o bien corticoesteroides para aliviar el dolor.
- Penicilina para que el proceso de engrosamiento de la piel sea más lento y para retrasar el daño de los órganos internos.
- Tratamiento de los síntomas específicos, como la acidez y el fenómeno de Raynaud.
- Fisioterapia y ejercicios para mantener fuertes los músculos.