Cada vez son más los fisioterapeutas que ofrecen la punción seca como herramienta para tratar contracturas y otros dolores musculares, pero en qué consiste la técnica.
La punción seca está de moda, pues cada vez más los fisioterapeutas que la ofrecen como herramienta estrella para aliviar el dolor muscular y aunque hay personas que pueden confundirlo con la acupuntura porque, a simple vista, también la técnica es con agujas, pero su mecanismo de acción es muy diferente.
En la punción seca las agujas se manipulan de forma diferente a cómo se hace en la acupuntura.
“Las técnicas que utilizamos en la punción seca no se parecen mucho a las de la acupuntura” explica Orlando Mayoral, Colegiado de Honor del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla- La Mancha (CODIFICA) y uno de los primeros en introducir la técnica en España.
El especialista dice que aunque se puede usar las agujas de acupuntura, ellos cuentan con agujas más específicas que se adaptan mejor a los movimientos propios de la punción seca.
Destruir el origen del dolor
La punción seca se utiliza básicamente para tratar el síndrome de dolor miofascial, cuyo origen está en los puntos gatillo.
“Una vez localizado el punto gatillo a través de la palpación, hay que ser muy precisos a la hora de introducir las agujas, para así poder atacar exactamente las fibras que están causando el problema” nos expone el fisioterapeuta.
Si el punto en el que se lleva a cabo la punción es el correcto, se consigue destruir las células musculares responsables de la contractura.
“Las agujas, de entre 0, 16 y 0,45 mm de grosor, son tres y diez veces más grande que las fibras musculares en las que se origina el punto gatillo, por eso, la lesión que causan en ellas destruyen esas fibras” sigue el experto.
A la hora de aplicarlas, es muy importante adaptarse a la tolerancia del paciente, ya que a veces esta técnica puede ser molesta, cuando la aguja entra rápido provoca una contracción, una especie de espasmo que es una sacudida de las fibras que se están pinchando.
Así las agujas se pueden aplicar de forma superficial, a veces se manipulan haciendo giros y otras con entradas y salidas rápidas al músculo.
Una vez destruido el punto gatillo, cuando las fibras se regeneran lo hacen de forma óptima y sin que la lesión que ha causado la aguja deje rastro y este proceso dura una medida de tan solo 7 días.
Cómo se hace la punción seca
Lo habitual es que una sesión dure 40 o 60 minutos, aunque es algo que puede variar.
Lo primero que se hace es dedicar el tiempo necesario al diagnóstico. “La principal eficacia de la punción seca radica en un correcto diagnóstico” afirma el experto, algo que a veces no es sencillo.
En el 75% de las ocasiones el punto de gatillo está fuera de la zona donde al paciente le duele o tienen molestias que se notan en otro músculo, no en el que tiene el punto gatillo. Por eso es tan importante hallar el origen del dolor.
Una vez hallado el punto, se pasa a la punción, siempre y cuando el fisioterapeuta lo considere apropiado, ya que los puntos gatillos también pueden tratarse con terapia manual.
Dura entre 2 o 4 minutos por punto, a veces incluso menos y se pueden pinchar varios puntos en una misma sesión.
A veces se complementa con otra técnicas, como la electromiografía, que permite detectar la precisión, la localización del punto gatillo o la punción ecoguiada en la que mediante un ecógrafo, se puede ver las estructuras que rodean la zona que se quiere pinchar ya sea vasos sanguíneos, nervios, vísceras, etc. Minimizar, así los posibles efectos adversos de la punción.
También puede usarse la electro punción seca, en la que se aplica corriente eléctrica en el punto gatillo.
Se recomienda no hacer más de dos sesiones a la semana en el mismo punto. Finalmente, se lleva a cabo una serie de ejercicios para minimizar el dolor postpunción y para completar el tratamiento.
Cuidados en casa tras tratamiento
Las agujas pueden generar molestias en la zona del pinchazo. “Se puede sentir como una especie de agujetas, siempre tras contraer el músculo en el que se ha llevado a cabo la punción. Aunque es una sensación muy variable, la intensidad depende tanto del paciente como del músculo que se haya pinchado” agrega el fisioterapeuta
Afortunadamente, el dolor postpunción dura poco, lo normal es que no supere las 24 horas, aunque en algún caso puede alcanzar los 3 días, además para que sea lo menos molesto posibles se aconseja:
· Hacer estiramientos suaves y controlados del músculo afectado, que el fisioterapeuta debe enseñar en la consulta. Se ha demostrado que gracias a ellos el dolor postpunción dura menos y es más suave
· El ejercicio aeróbico suave también ayuda a reducir la duración e intensidad del dolor.
Prevenir que se repita el dolor
Con la punción seca se busca poner fin o en todo caso aliviar el dolor miofascial, pero una vez se ha conseguido esto es muy importante identificar los factores que han provocado los puntos gatillo y dar al paciente herramientas para evitar que vuelvan a aparecer. La punción seca es muy poderosa, pero debe aplicarse dentro de un contexto más amplio.
El fisioterapeuta, además, debe tener una formación oficial, avalada por algún tipo de institución pública, es la mejor manera de evitar posibles riesgos asociados a una incorrecta utilización de las agujas. Pinchar donde no se debe puede acabar provocando, incluso, un neumotórax.