La fibrosis quística es un trastorno hereditario que genera graves deterioros en los pulmones, el aparato digestivo y otros órganos del cuerpo. Esta enfermedad afecta las células que producen moco, sudor y jugos digestivos y hace que sean más pegajosas y espesas y se acumulen en los tubos, conductos y pasajes, especialmente de los pulmones y el páncreas.
Causas
La fibrosis quística es un defecto o alteración en un gen que se transmite de generación en generación. Esta enfermedad se manifiesta en todas las razas, pero es más frecuente en personas blancas de origen noreuropeo.
Los hijos deben heredar una copia del gen de cada uno de los padres para padecer la enfermedad, si solo heredan la copia de uno, no tendrán fibrosis quística, pero serán portadores y posiblemente les transmitan el gen a sus propios hijos.
Síntomas
Las personas con esta enfermedad tienen un nivel de sal superior al normal en su sudor por eso cuando se presenta en niños o bebes una de las señales de alarma es que los padres pueden notar la sal al besar a sus hijos.
Los síntomas de la fibrosis quística varían según la gravedad de la enfermedad, en algunas personas la sintomatología se da solo hasta la adolescencia o la edad adulta.
Síntomas respiratorios
Silbido al respirar
Dificultad para respirar
Intolerancia al ejercicio
Infecciones pulmonares recurrentes
Fosas nasales inflamadas o congestión nasal
Tos constante que provoca mucosidad espesa
Síntomas digestivos
Estreñimiento grave
Deposiciones grasosas y con mal olor
Disminución en curva de crecimiento y peso
Obstrucción intestinal, especialmente en recién nacidos
Otras afectaciones a la salud
Las personas con fibrosis quística tienen mayor riesgo de osteoporosis
Desequilibrios electrolíticos y deshidratación como consecuencia del sudor más salado en los pacientes con fibrosis quística, esto hace que el equilibrio de minerales en la sangre puede verse afectado.
Mujeres menos fértiles
Infertilidad en los hombres; dado que el tubo que conecta los testículos con la glándula prostática se bloquea por la mucosidad.
Prevención
La mejor manera de establecer el riesgo de tener un hijo con fibrosis quística es a través de una prueba genética que se realiza en un laboratorio con una muestra de sangre.