Por: Servicio de Noticias Científicas de Medicina y Salud Pública
Es una enfermedad autoinmune que podría dañar órganos, se presenta con distintos síntomas y antes de su diagnóstico, podría pasar desapercibida entre varios síntomas asociados a infecciones virales.
Ese es parte del desafío clínico que ha representado el Lupus Eritematoso Sistémico (LES) pediátrico en la vida de la Dra. Ana Quintero, una de las ocho reumatólogas pediátricas con las que cuenta Puerto Rico, y que ha enfilado su carrera médica a la investigación y avances en la detección temprana de la afección que se origina cuando por error, el sistema inmune ataca el tejido del propio cuerpo.
Conozca más sobre el perfil médico de la subespecialista a través de la siguiente entrevista:
¿Cuáles fueron sus primeras luchas con el Lupus Eritematoso Sistemático?
El total desconocimiento de que estas condiciones existen desde cero año hasta envejeciente fue la primera lucha con la que me topé cuando comencé a ejercer mi práctica. La mayoría de la población cree que estas enfermedades solo les sucede a las personas mayores.
¿Qué desafío clínico presentó el Lupus para usted?
Esta enfermedad es más agresiva en razas o etnicidades de minoría. En la población latina, se presenta de forma más temprana que el resto de grupos étnicos. Por eso es que es tan intrigante. Aún se desconoce la etiología de estas condiciones.
Podemos tener 50 pacientes en la oficina y todos dirán que tienen síntomas distintos y responden distinto a los tratamientos. Cuando diagnosticamos Lupus, en varones tiende ser más agresivo que en féminas, mientras a los pediátricos afecta más a los niños que los adultos porque están en etapa de crecimiento.
¿Cómo han avanzado los tratamientos contra el lupus?
Sí hemos avanzado a través de los estudios clínicos que hemos hecho, aunque no tengamos una etiología del Lupus. Hace unos 25 o 30 años, un paciente de Lupus tenía múltiples complicaciones y a los cinco años, tenías una alta mortalidad.
Hoy a los cinco años de diagnóstico, el 95 por ciento de los pacientes tiene una vida rutinaria, haciendo lo que los demás hacen.
¿Me podría describir algunos de los desafíos hoy día de la condición?
La adherencia en el tratamiento que tiene el paciente, en este caso el niño y la conciencia sobre la importancia del mismo en su familia. Cuando la condición está en su forma aguda, los pacientes siguen los tratamientos al pie de la letra.
Una vez comienzan a sentirse un poco mejor, empiezan a dejarlos y ahí surgen las complicaciones severas como problemas del corazón, pulmón y hasta el cerebro.
¿Desde la presidencia de la Asociación de Reumatólogos, que proyecto piensa impulsar?
Uno de los proyectos que queremos lograr es organizar una orientación y a lo mejor, podría llegar a niveles legislativos, para entender la diferencia entre los tratamientos biológicos y biosimilares y que entiendan el daño que podría sufrir el paciente si las cosas no se hacen reguladas.
Hay leyes en Puerto Rico que permiten al farmacéutico tener el derecho de sustituir el medicamento biológico recetado por un biosimilar sin informarle al paciente o al médico. Los biosimilares tienen los mismos ingredientes activos, no necesariamente en la misma medida y esto ha sido validado en un solo estudio que se realizó.
No es que sean malos, pero tiene que haber regulación en su uso.
La Dra. Ana Quintero del Río, reumatóloga pediátrica, ha dedicado su carrera médica a luchar por el avance clínico de la incapacitante enfermedad.