Fumar se asocia con el desarrollo de artritis reumatoide, particularmente entre las personas que han fumado 20 años o más. Los fumadores también tienen un riesgo más alto de que la artritis reumatoide sea más grave, además que sea menos probable que tengan una remisión.
Fumar reduce la efectividad de algunos medicamentos utilizados para tratar la artritis reumatoide y puede ser un obstáculo para participar en actividades que podrían aliviar los síntomas de la artritis reumatoide, como el ejercicio.
La razón exacta por la que fumar se asocia a la artritis reumatoide no se conoce exactamente, pero los investigadores sospechan que fumar, de alguna manera, desencadena una función defectuosa del sistema inmunitario en las personas predispuestas genéticamente a la artritis reumatoide.
Fumar aumenta el riesgo de la enfermedad pulmonar intersticial asociada a la artritis reumatoide. Los factores ambientales como los genéticos tienen un papel en quien desarrolla la artritis reumatoide y fumar se considera uno de los factores ambientales de riesgo más importante, pero es un factor que puede prevenirse completamente.
Muchas personas con artritis reumatoide no se dan cuenta que fumar empeora la afección, así que no lo consideran una razón para dejar de fumar.
Dejar de fumar es importante también para la salud en general, junto con los riesgos en aumento de la artritis reumatoide, fumar también aumenta las posibilidades de:
· Cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer.
· Accidente cerebrovascular.
· Enfermedades respiratorias.
· Enfermedades cardiovasculares.
· Diabetes.
Si tiene artritis reumatoide y fuma, dejar de fumar podría tener varios beneficios. Consulte con su médico acerca de las estrategias que pueden ayudarle a dejar de fumar y así mejorar su salud general.