¿Qué son los FARME?
El sistema inmunológico es la defensa del cuerpo sano combate a los agentes invasores, como los microorganismos patógenos. Las personas que sufren alguna enfermedad autoinmune o inflamatorias, presentan alteraciones en el funcionamiento de dicho sistema, este se vuelve hiperreactivo y reacciona así no exista infección que ataque o erróneamente arremete contra las células y los tejidos sanos del cuerpo.
El resultado final es una inflamación que puede perjudicar las articulaciones y afectar órganos y sistemas del cuerpo. Los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad o FARME, actúan para retrasar o detener la inflamación al eliminar la hiperactividad del sistema inmunológico. Esto ayuda a disminuir la inflamación y la rigidez de las articulaciones afectadas o prevenir el daño articular y preserva la salud de los órganos vitales.
Estos medicamentos se emplean para tratar muchos tipos de artritis y enfermedades asociadas, incluyendo artritis reumatoide (AR), artritis idiopática juvenil, artritis psoriásica, espondilitis anquilosantes y lupus eritematoso sistémico, entre otras. Los FARME solo se pueden adquirir con receta médica y como sugiere el nombre ayudan a modificar o cambiar el curso de la enfermedad e incluso podrían resultar en remisión.
La remisión es la meta del tratamiento, es el término que se usa para describir la ausencia o mínima actividad de la enfermedad. Los FARME han hecho que las personas alcancen y conserven el estado de remisión y disfruten una buena calidad de vida al tiempo que manejan su artritis, de igual manera, gracias a estos medicamentos, las deformidades severas e incluso leves son cosas del pasado para las personas que padecen artritis.
Los fármacos no brindan un alivio inmediato de los síntomas, algunas personas ven los beneficios a las pocas semanas, pero para otras pueden pasar meses. Por esto los doctores a menudo prescriben medicamentos adicionales para aliviar los síntomas más pronto, como son los analgésicos para combatir el dolor, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o los corticosteroides.
Hace algún tiempo la estrategia de los especialistas consistía en esperar y observar antes de iniciar con el tratamiento. Hoy en día lo ideal es tener un diagnóstico y tratamiento precoz, pues cuanto antes se inicie una terapia, mayor son las probabilidades de retrasar el avance de la enfermedad y de proteger las articulaciones y órganos internos.
Tipos de FARME
Hay tres subclases de FARME, la primera son los tradicionales o convencionales son los medicamentos de elección para controlar la artritis autoinmune. La segunda son los modificadores de la respuesta biológica o agentes biológicos altamente especializados, estos están dirigidos a las moléculas específicas que disparan la reacción inflamatoria. Y la tercera subclase más reciente de FARME tiene como blanco otras células implicadas en la inflamación.
Tanto los biológicos como los últimos FARME pueden resultar muy efectivos, en particular para quienes no les ha funcionado la terapia con FARME tradicionales, aunque son más costosos. Los FARME se pueden tomar oralmente, en pastillas o líquidos, auto inyectarse o por infusión en un consultorio médico.
Qué medicamentos usar
Las personas con artritis autoinmunes e inflamatorias tienen como objetivo mantener la enfermedad bajo control y retardar y detener la actividad de la enfermedad. Los reumatólogos consideran varios factores para determinar cuál medicamento prescribir y cuándo. Lo primero que se tiene en cuenta es el tipo de enfermedad que se padece, pues ciertos FARME han sido estudiados y empleados para enfermedades específicas.
Los doctores toman decisiones de tratamientos en cada individuo, pero aquí está el ejemplo de un enfoque para tratar la artritis reumatoide:
Si lo acaban de diagnosticar, presenta baja actividad de la enfermedad, que se mide por análisis de sangre y pocas articulaciones afectadas, podría iniciar la terapia con un FARME tradicional. Si la actividad de la enfermedad no está lo suficientemente controlada dentro de un periodo de tres meses o incluso antes, el médico podría recetar uno o hasta dos FARME adicionales, a esto se le llama terapia combinada.
Si la actividad de la enfermedad es alta al momento del diagnóstico y tiene articulaciones afectadas, el médico le podría ordenar dos FARME tradicionales.
Algunos casos con señales de enfermedad potencialmente grave comienzan con fármacos biológicos, a los que a veces se les agrega un FARME tradicional. Los agentes biológicos y los FARME tradicionales pueden durar varios meses. La meta es la eliminación total de la actividad de la enfermedad, una pequeña mejoría no es lo suficientemente aceptable para prevenir o minimizar el daño que puede causar una inflamación constante.
Cómo afecta los FARME al cuerpo
Cada FARME lleva sus propios riesgos y efectos colaterales potenciales. Los FARME no son recomendables para personas con ciertos padecimientos médicos y algunos se pueden tomar bajo precauciones extremas. Aunque todos los FARME pueden generar efectos secundarios, no todo el mundo los manifiesta ni lo hace de la misma forma. Algunos mejoran con el tiempo. Como estos fármacos inhiben el sistema inmunológico, puede ocasionar un mayor riesgo de infecciones severas.
Además, pueden originar o empeorar problemas con otros órganos como corazón, hígado, riñones, sistema gastrointestinal, ojos o piel. Puede ocurrir sangrados o moretones fácilmente bajo su consumo. Algunos de estos medicamentos también se asocian a un ligero pero raro aumento de ciertos cánceres.