Input your search keywords and press Enter.

Miopatías inflamatorias, causas y tratamientos

Las miopatías son un grupo de enfermedades que se manifiestan generando deficiencias o anomalías en los músculos. Estas se presentan cuando el sistema inmunológico ataca a los músculos generando inflamaciones. Los que provocan daños y debilidad en estas zonas del cuerpo.

Las principales miopatías son la polimiositis y la dermatomiositis. En ambas enfermedades se producen inflamaciones. Sin embargo solo la dermatomitosis se manifiesta a través de erupciones cutáneas.

Las miopatías inflamatorias afecta a personas de todas las edades; aunque lo más frecuente es entre los 5 y 10 años en el caso de los niños; y en el caso de los adultos entre los 40 y 50 años de edad. En cuanto al género, las mujeres tienen el doble de posibilidades de padecer estas enfermedades en comparación con los hombres.

¿Cuáles son los síntomas?

Las personas que padecen alguna de estas enfermedades pueden presentar estos síntomas:

  • Debilidad en los músculos alrededor del cuello, hombros y cadera.
  • Dolor muscular leve.
  • Sensibilidad al tacto en los músculos
  • Ahogo al comer o aspiración (entrada de alimentos en los pulmones).
  • Dificultad para respirar y tos.

Estos síntomas pueden provocar en el paciente dificultades para subir escaleras, levantarse o alcanzar objetos que estén ubicados en lugares altos.

¿Cómo se diagnostica?

En casos en los que el paciente tiene dificultades para realizar actividades que requieren de esfuerzo muscular o presenta erupciones o problemas para respirar; el médico puede ordenar un análisis de sangre para medir el nivel de las distintas enzimas musculares. O una electromiografía para medir la actividad eléctrica de los músculos durante la contracción y el reposo, y una resonancia magnética para detectar anomalías musculares.

Una biopsia muscular por microscopio, también pude ayudar a detectar signos de inflamación crónica, muerte de fibras musculares y deformidades vasculares.

¿Cuál es el tratamiento?

Usualmente, estas enfermedades son tratadas con medicamentos que ayudan a mejorar los síntomas, a continuación te contamos cuáles son los tratamientos más habituales:

Corticoesteroides:

El uso de corticoesteroides, es la primera medida que se utiliza. Regularmente, se administran por vía oral en dosis altas. Estos, ayudan a reducir la inflamación. Asimismo, las enzimas de los músculos en la sangre tienden a volver a su estado normal pasadas 4 a 6 semanas desde el inicio del tratamiento. La fuerza muscular se recupera en 2 o 3 meses en la mayoría de los casos.

El tratamiento combinado

Es probable que se añadan otros medicamentos al tratamiento con el fin de controlar la enfermedad y prevenir efectos secundarios de la misma, como aumento de peso, debilidad muscular, osteoporosis o cataratas.

Tratamientos inmunitarios:

Cuando el paciente no responde positivamente a los tratamientos estándar se opta por la administración intravenosa de inmunoglobulina u otros medicamentos que inhiben el sistema inmunológico.

Fisioterapia:

Esta terapia junto con la práctica de ejercicios ayuda a los pacientes a mantenerse activos.

  • Quienes son muy débiles y no pueden caminar pueden practicar ejercicios de amplitud de movimientos, para evitar las contracturas en las articulaciones.
  • En pacientes con debilidad muscular media se recomiendan ejercicios para fortalecer los músculos y recuperar la fuerza.
  • En casos de debilidad leve el paciente debe continuar realizando sus actividades habituales.

Por: Redacción Artritis y Reumatología

One Comment

Comments are closed.