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Lo que debes saber sobre el fenómeno de Raynaud

El fenómeno de Raynaud  es un trastorno que se presenta debido a la reducción del flujo sanguíneo a la piel, el cual provoca episodios de cambios de color en los dedos de las manos y los pies tras la exposición al frío o en respuesta a estrés emocional. Otras zonas del cuerpo que pueden verse afectadas son las orejas, los labios y la nariz.

Esta es una condición que afecta a cerca del 3% de la población general y hasta el 15% son mujeres jóvenes.

Cuando este trastorno se presenta en ausencia de otra enfermedad se denomina fenómeno de Raynaud primario, pero cuando se presenta en asociación con otras enfermedades reumáticas como artritis reumatoide, esclerodermia y lupus se le llama fenómeno de Raynaud secundario.

Un ataque del fenómeno de Raynaud dura generalmente de 10 a 15 minutos. Cuando se presenta junto a enfermedades reumáticas los pacientes son propensos a sufrir episodios severos repetitivos e incluso daño en los tejidos tales como úlceras o llagas en las yemas de los dedos. También podrían desgastarse los tejidos de las terminaciones de los dedos y en casos muy severos la pérdida de un dedo.

Para el diagnóstico de este trastorno se recurre a tomar muestras de sangre y examinar los dedos bajo un microscopio especial para observar si hay anormalidades de los vasos sanguíneos.

Aunque el fenómeno de Raynaud no tiene cura, puede controlarse con tratamiento. Los pacientes deben protegerse del frio y evitar factores que pueden agravar los síntomas, como fumar y emociones demasiado fuertes, en algunas ocasiones se recetan fármacos. Cuando el Raynaud se manifiesta con otras condiciones asociadas, el tratamiento también incluye el control de estas.

Si eres un paciente con esta condición, puedes seguir estas recomendaciones para controlar un episodio:
  • Si las manos se te empiezan a enfriar frota tus manos tus manos para calentarlas.
  • Intenta calentar tus dedos con precaución. Una opción puede ser poner tus manos bajo los brazos.
  • Mueve los dedos y camina para mantener la circulación de la sangre.
  • Pon tus manos en un recipiente con agua tibia (no caliente). No es recomendable usar bolsas de agua caliente o almohadillas eléctricas ya que pueden dañar la piel.