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Mitos y verdades sobre el Lupus Eritematoso Sistémico

Foto: ShutterStock

Por: Dra. Amarilis J Pérez-De Jesús, MD, FACR

El diagnóstico de lupus, sobre todo del Lupus Eritematoso Sistémico (LES), siempre asusta. Cuando los pacientes llegan a mi oficina por primera vez porque sospechan tener lupus, vienen con temores, ansiedad, confusión y hasta depresión. Hoy día todavía hay mucho desconocimiento sobre esta enfermedad. Las personas piensan que es cáncer y que se van a morir; ¿Cuáles son las realidades de esta temida enfermedad?

El Lupus Eritematoso Sistémico se le conoce como el gran imitador, porque sus síntomas imitan otras enfermedades. El LES es un proceso inflamatorio crónico que afecta las articulaciones, los riñones y la piel y no tratarlo puede causar la muerte. El lupus es difícil de diagnosticar ya que sus síntomas aparecen y desaparecen.

La Fundación Americana de Lupus ha revelado que en promedio, puede tomar tres o cuatro años y visitar a más de tres médicos para hacer el diagnóstico. Lupus es una enfermedad que afecta más a las mujeres entre la segunda y la cuarta década  y es más común en personas de la raza negra y en asiáticos.

Lo primero que puedes notar son síntomas de cansancio y malestar general, aún después de haber dormido y descansado. También puedes tener erupciones en la piel, caída de cabello, dolor articular o dolor de pecho cuando respiras profundo.

No sabemos qué causa esta enfermedad. Sin embargo, sí se ha descubierto que, factores genéticos, hormonales y ambientales (virus, rayos del sol y alergias a medicamentos) interactúan entre sí para causar anomalías en el sistema inmunológico. El sistema inmunológico es nuestro sistema de defensas, dado a que nos protege de infecciones produciendo anticuerpos. En los pacientes de lupus el sistema inmunológico en lugar de producir anticuerpos que nos protegen, se producen anticuerpos que atacan los órganos del paciente y causan la enfermedad.

Ya mencioné que el diagnóstico de LES es difícil. Para hacer el diagnóstico  necesitamos hacer un buen historial médico, examen físico, historial de la familia y pruebas de laboratorios. No podemos hacer el diagnóstico de lupus en base a una sola prueba de laboratorio. Con frecuencia llegan pacientes a la oficina pensando que tienen lupus porque tienen un “ANA Test” positivo, sin embargo esta prueba no es exclusiva de lupus.

Los síntomas de lupus son variados e incluyen fiebre, cansancio, artritis, erupciones en la cara en forma de mariposa, erupciones en áreas de piel expuestas al sol, caída de cabello, convulsiones, problemas de coagulación, abortos, disminución de hemoglobina, plaquetas, proteínas y sangre en orina.

El tratamiento es individualizado de acuerdo a los síntomas que tenga el paciente. No es posible discutir cada uno de ellos en detalle en este espacio, pero sí te diré que solo tu reumatólogo puede recomendarte el tratamiento más adecuado de acuerdo a tu cuadro clínico, pues es el quien mejor te conoce y quien más conocimiento tiene sobre la enfermedad.

Hay una gran gama de posibles terapias, que van desde anti-inflamatorios no esteroidales (ibuprofeno, naproxeno), hasta agentes anti-maláricos como hydroxycloroquina.

En los pacientes más graves que tienen daño al riñón, pulmón, cerebro o corazón  se  recomiendan terapias más agresivas como los esteroides (cortisona) y otros medicamentos como azatropina y cyclofosfamida. Recientemente se ha utilizado el micofenolato en casos de daño renal por lupus. Hoy día hay muchos productos bajo investigación que prometen aportar de manera favorable a mejorar la calidad de vida del paciente con LES.

Los medicamentos son sólo un aspecto del tratamiento para el lupus. Otros aspectos importantes son evitar exposición al sol, tener un estilo de vida saludable: hacer ejercicio, no fumar,  alimentarse de manera adecuada observando siempre tus niveles de colesterol y triglicéridos y disminuir el “estrés”. Si eres una mujer joven y quieres embarazarte debes discutirlo con tu obstetra y con tu reumatólogo.

La educación es parte crucial de tu tratamiento, pues entre más sepas de tu condición, más podrás ayudarte. Además, podrías ayudar a tu médico identificando síntomas que sugieran posibles complicaciones de manera temprana.

No pierdas la esperanza. Hoy día el lupus es una enfermedad tratable y con un cuidado adecuado, la mayoría de los pacientes pueden llevar una vida normal.